Crítica de música

Gerhard ante Mozart y Debussy

El Quartet Gerhard continuó con éxito su ciclo sobre los cuartetos de Mozart dedicados a Haydn

Quartet Gerhard

Quartet Gerhard / Ferran Sendra

Pablo Meléndez-Haddad

Pablo Meléndez-Haddad

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Regresó el Quartet Gerhard al Palau continuando su periplo por los cuartetos dedicados por Mozart a Haydn. El grupo, integrado por Lluís Castán, Judit Bardolet, Miquel Jordà y Jesús Miralles, volvió a convencer por su rigor estilístico -el programa incluyó tres obras completamente diversas-, su sonido aterciopelado y bien planteado, y una acción de conjunto impecable.

El programa, de gran dificultad, obligaba a adecuarse a tres lenguajes muy diferentes y a dos piezas especialmente complejas, como el cuarteto de Debussy y el 'Núm. 1' de Gerhard. La velada comenzó con el ‘Cuarteto de cuerdas núm. 16, en Mi b mayor, KV 428' de Mozart, en el que se aprecia el respeto que el genio de Salzburgo tenía por el padre de la forma y la inventiva de un Mozart que construye una obra redonda, con un tercer movimiento delicioso y casi dramático, para dar paso a un 'Vivace' elegante y virtuoso.

Prueba de fuego

Presentado por el primer violín e invitando a disfrutarlo, este imposible ‘Quartet’ de Gerhard es una prueba de fuego. Dodecafónico, tremendo de afinación y polirrítmico, el grupo catalán demostró ser digno de su nombre al superar la prueba con nota; el breve segundo movimiento, antes de ese tercero casi susurrando y fragmentado, maravillaron por la transparencia de la ejecución.

Algo similar sucedió con el ‘Cuarteto en Sol menor, Op. 10’ de Debussy, el único que escribió el compositor galo. Y si Lluís Castán al presentarlo confesó lo importante que es en la trayectoria del grupo el ‘Primero’ de Gerhard, también aseguró que el ‘Andantino’, el tercer movimiento de la obra de Debussy, formaría parte del programa con el que se despedirían de los escenarios, redondeando una interpretación ágil, sensible y cargada de emotividad.