CRÍTICA DE LIBROS

Crítica de 'Aliment': la gastronomía con arte y psicodelia

Martí Sales compone un diccionario nutritivo en el que "las patatas se plantan a pie de página"

Martí Sales

Martí Sales

Valèria Gaillard

Valèria Gaillard

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El cuento del escritor sin inspiración se declina exuberante entre los jóvenes autores y Martí Sales lo retoma para dar otra vuelta de tuerca al vértigo de la página en blanco, que en su 'Aliment' (Club Editor) se convierte en un deambular estival por la espléndida casa de su pariente, ni más ni menos que la editora Maria Bohigas. Este es uno de los 27 textos que recoge este diccionario gastronómico que se aproxima a la literatura por la puerta de una cocina casera y tradicional. Más que una escritura de marcha Radetzsky, el poeta amasa el lenguaje para “plantar patatas a pie de página”, y después suspirar: “Qué difícil es hacer una buena tortilla a la francesa!”

Buscando los intersticios, y con algún toque psicodélico propio de Sales, el volumen se presenta como un ejercicio lúdico y sabroso que se ilumina aquí y allá con cortocircuitos lingüísticos que recuerdan la textura ilógica de un país de las maravillas. En la entrada “E” de 'espai-temps', por ejemplo, expone el peligro que supone deglutir grumos de cola-cao que pueden ocultar un portal espacio-temporal. Por suerte, para desactivar estas trampas existen antídotos como una pastilla de jabón Heno de Pravia, un hueso de albaricoque o un gusano de seda.

El origen de Aliment, el sexto libro de Martí Sales —un enamorado de las berenjenas, las alcachofas, las anchoas y el mole—, es la inmersión en el fondo Néstor Luján, chef que Sales releyó pacientemente en la Biblioteca de Catalunya. Su prosa melosa condimenta el diccionario que incorpora, además, ilustraciones de autores como Frederic Amat, Èlia Llach o Gerard Altaió.