Óbito

Muere el compositor Josep Maria Mestres Quadreny, maestro de vanguardia

El inquieto músico de Manresa, que ha fallecido a los 91 años, trabajó estrechamente con artistas plásticos como Brossa, Miró, Perajaume o Tàpies

Quadreny

Quadreny

Pablo Meléndez-Haddad

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El compositor Josep Maria Mestres Quadreny, uno de los grandes referentes de la música contemporánea catalana, ha fallecido este lunes a los 91 años tras no superar una operación, según ha informado la Fundació Joan Brossa que él presidió hasta 2017. Con él se apaga la voz de uno de los compositores más vanguardistas del panorama musical. Nacido en Manresa el 4 de marzo de 1929, se relacionó estrechamente con artistas plásticos intentando aunar esfuerzos en propuestas multiestéticas, colaborando con los miembros del Dau al Set y con nombres fundamentales como los de Joan Miró, Antoni Tàpies, Perejaume o el propio Joan Brossa.

En su catálogo, con más de 300 obras indexadas entre los años 1953 y 2000, sobresalen partituras de una original concepción que van más allá de la búsqueda de un lenguaje al uso. Con total libertad utilizó los instrumentos a su disposición de las formas más variadas, como también concibió obras 'performativas' y acciones musicales, como la creada para ser interpretada por el público ('Self-Service', para percusión y flautas tocadas por el público) o su 'Peça per a serra mecànica'.

Sus horizontes nunca encontraron fronteras y también se interesó por la ópera, como sucedió con 'El ganxo', escrita en 1959 y olvidada en un cajón durante medio siglo hasta que el Liceu la estrenara en 2006, en la que ofrecía una ácida crítica social junto a Brossa como libretista, ironizando sobre el género desde dentro. Calificar parte de la obra de Mestres Quadreny como de surrealista o adscrito a soluciones del teatro del absurdo no estaría errado, pero se quedarían cortos ante un creador que también indagó en las formas propias del canon, desde la sonata para piano al concierto con instrumento solista, ballets o música teatral y para el cine.

Humor y crítica social

Siempre enfocó su trabajo desde una óptica personal, con humor y crítica social, acercándose al mudo de la física y las matemáticas o a la música aleatoria. El secreto de su lenguaje, más que en la forma, estaba en los recursos, ya que le apasionaba la música electrónica, la generada por ordenador –fue pionero en España– y toda aquella que se sirviera de modelos renovados y experimentales. En su obra, sin embargo, también miró a los grandes clásicos, desde Haydn y Vivladi a Schumann, Gerhard, Bartók o Webern.

Patrón emérito de la Fundación Tàpies, Mestres Quadreny también se interesó por las artes plásticas realizando múltiples collages, muchos de ellos ilustrando su propia obra dando vida a las llamadas 'músicas visuales', aunque fueron sus 'partitures generatives' las que le proyectaron a nivel internacional.

Se formó en ciencias en la Universitat de Barcelona mientras, de manera autodidacta, investigaba en la música antes de que decidiera formarse con el compositor Cristòfor Taltabull. También participó en la organización de conciertos con el ciclo Música Oberta, invitando a mostrar su obra a autores como Ligeti, Stockhausen o Cage y en iniciativas como Amics de l’Art Nou o el Club 49. Fundó el Conjunt Català de Música Contemporània, el Laboratori de Música Electroacústica Phonos y el Grup Instrumental Català -en una labor conjunta con Carles Santos-, presidió la Associació Catalana de Compositors, ejerció la docencia en diversos cursos de temporada -incluso en Darmstadt- y publicó diversos libros y ensayos.