Drama

'La dona il·legal': corrupción y poder

La última película de Ramon Térmens resulta algo más comedida y didáctica que ‘Catalunya über alles!' pese a lo duro y escabroso de los temas tratados

Estrenos de la semana. Tráiler de "La dona il.legal"

Quim Casas

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A diferencia de su contundente ‘Catalunya über alles!’, retrato de la Catalunya interior, los extremismos y las demagogias, e incluso de su debut compartido con Carles Torras, ‘Joves’, tres historias entrecruzadas sobre varios jóvenes burgueses condenados a la nada más absoluta, la última película de Ramon Térmens resulta algo más comedida y didáctica pese a lo duro y escabroso de los temas tratados.

 A partir de la historia de una mujer nigeriana y un abogado español, ‘La dona il·legal’ traza un retrato bastante descarnado, pero a la vez con subrayados explicativos, de la corrupción imperante en diversos estamos de poder, tanto del oficial como del que discurre por los bajos fondos.

 La acción arranca cuando el abogado que se encarga del caso de deportación de una joven kosovar descubre que esta ha fallecido en un centro de internamiento. Ayudado por una amiga de la muerta, inmigrante nigeriana atrapada sin salida posible en el universo laberíntico de la prostitución, el abogado intenta hacer frente, cual David contra Goliat, a un sistema oscuro y voraz que se defiende a sí mismo con todo tipo de subterfugios y estrategias.

 Térmens pone sobre el tapete el mundo de la prostitución, la inmigración ilegal, la trata de blancas, el sistema de deportación del Estado español y los abusos policiales, entre otras diversas cuestiones. Un mundo desolador, con espejismos en vez de esperanzas.