ARTE Y CULTURA

Barcelona acogerá en el 2024 la Manifesta 15

La bienal europea, de carácter itinerante, se plantea pensar en nuevos modelos de arte y sociedad

Una imagen de la bienal Manifesta 2020, en Marsella

Una imagen de la bienal Manifesta 2020, en Marsella / ACN

Elena Hevia

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En un momento en el que todo parecen ser horas bajas para la Cultura, el anuncio de que la Bienal de Arte Manifesta recalará en Barcelona en el 2024 es, sin duda, una inyección de vitalidad para la ralentizada creación artística de la ciudad. Así lo han anunciado oficialmente la alcaldesa Ada Colau y Hedwig Fijen, fundadora y directora de esta muestra europea de origen holandés y carácter itinerante, así como el teniente de alcalde de Cultura Joan Subirats y el director de la Virreina Centre de la Imatge, Valentín Roma. La intención de los organizadores de Manifesta, que acaba de cerrar sus puertas en la ciudad de Marsella en su edición número 13, con un aceptable éxito de público e implicación ciudadana dada las restricciones de la pandemia, es ralentizar de sus actividades para que tengan efectos a más largo plazo y sean más sostenibles. Por eso, junto a la próxima edición que se celebrará en Pristina, Kosovo, acaban de aceptarse dos candidaturas, la de Barcelona y otros diez municipios de su área metropolitana para el 2024 y por otra, por una ciudad de Alemania, cuyo nombre se comunicará pronto, para el 2026.

 Manifesta se originó a principios de la década de los 90 en respuesta a los cambios políticos, económicos y sociales que se dieron tras el final de la guerra fría y los pasos posteriores hacia la integración europea. Su voluntad es convertirse en una plataforma de diálogo entre el arte y la sociedad, invitando tanto a la comunidad cultural como a la artística a generar nuevas experiencias creativas con -y para- el contexto en el que se celebra. En este caso y según señaló la alcaldesa ha logrado poner de acuerdo a 10 municipios del área metropolitana y a los cinco partidos políticos que los lideran. Sin embargo, el objetivo de la propuesta barcelonesa recogido por el comité de la bienal se propone ser un trabajo de base del tejido artístico de la ciudad ya existente para incidir en los equipamientos culturales. “Se trata de hacer una labor desde abajo hacia arriba”. ¿Cómo se concreta esa dirección? Fijen  da el  ejemplo del trabajo artístico realizado en la reciente bienal de Marsella basado en  la pluralidad de voces de los barrios de la plural ciudad mediterránea, donde se realizaron también talleres creativos de las comunidades marroquí y argelina. “Aceptamos el proyecto de Barcelona porque sentimos que coincidía con nuestro adn”, asegura la directora.

Ver el mundo desde esta ciudad

El objetivo de Manifesta es replantearse las relaciones existentes entre cultura y sociedad, investigando y ayudando a canalizar un cambio social y medioambiental positivo en Europa a través del arte contemporáneo como una forma de fomentar el  diálogo. “Lo que suele ocurrir –explica Subirats- en una bienal de arte es que durante unos meses una serie de artistas recalan en una ciudad con exposiciones y proyectos foráneos. Eso no es lo que nos proponemos. Queremos implicar a los artistas, ver el mundo desde esta ciudad y no al contrario”

La decisión de seleccionar las ciudades anfitrionas con mucha  mayor antelación de lo habitual servirá para que la Manifesta 15 de Barcelona pueda replantearse nuevos modelos alternativos de institucionalismo cultural en la sociedad que nos espera después del covid. “La estrategia de Manifesta sigue centrándose en cómo el arte y la cultura pueden combatir la polarización y la división social y buscar objetivos comunes para repensar nuestro mundo”, dice Fijen.

Tanto Subirats como Valentín Roma declaran estar deseando ponerse a trabajar en un proyecto que en Marsella costó unos 7,7 millones de euros financiados por socios públicos y privados. “Mucho más importante que los tres meses que durará es el proceso de implicación creativa que se iniciará en cuanto pasen las fiestas”, asegura Subirats.