CRÍTICA DE CINE

'Trolls 2: gira mundial': música para los ojos

La película defiende que todos los géneros musicales son igualmente valiosos a tavés de un triturado de canciones

Estrenos de la semana. Tráiler de 'Trolls 2'

Estrenos de la semana. Tráiler de 'Trolls 2'. / periodico

Nando Salvà

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

'Trolls' (2016) era una película sorprendentemente parecida a un viaje lisérgico, con sus colores chillones y sus paisajes llenos de objetos parlantes y flores cantantes, y adornada con un puñado de canciones que hasta cierto punto deformaban las hechuras típicas del cine infantil. En comparación esta secuela es mucho más estándar, protagonizada como está por una villana dispuesta a robarles la identidad a sus enemigos y unos héroes que usan la música para impedírselo. 

Mientras desarrolla esa premisa, la película defiende que todos los géneros musicales son igualmente valiosos, aunque lo cierto es que su propia banda sonora parece contradecir esa opinión a través tanto del maquillaje 'pop' que luce en su conjunto como del proceso de triturado al que las canciones que la componen -entre ellas 'One more time', de Daft Punk; 'Girls just wanna have fun', de Cindy Lauper; y 'Crazy train', de Ozzy Osbourne- han sido sometidas. Más que su tosco mensaje sobre las bondades de la diversidad, la gran baza de 'Gira mundial' es su deslumbrante diseño visual, que incluye imágenes de cascadas hechas de cintas plateadas, luciérnagas con brazos de culturista que emergen de la arena y tigres bidimensionales que saltan de una puesta de sol directamente hacia la cámara. Algo es algo.