ENTREVISTA

Gonzalo Torné: "El blanqueamiento de Pujol es folclore para la tribu"

El escritor publicó justo antes del confinamiento 'El corazón de la fiesta'

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Ramón Vendrell

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Los Masclans remiten a los Pujol. Aunque Pere Masclans, el Rey de Catalunya, tiene un hijo bastardo. Al que para más inri no se le ocurre otra cosa que liarse con Violeta Mancebo, hija de un inmigrante pobre y digamos que no integrado. Gonzalo Torné brinda una hipnótica disección de la Barcelona actual en 'El corazón de la fiesta' (Anagrama), novela propulsada por GRANDES TEMAS: clase social, identidad, codicia, corrupción...

Poco profético es usted: Pere Masclans es juzgado y condenado, mientras que Jordi Pujol disfruta de un proceso de blanqueamiento.

Los Masclans pueden ser otros muchos miembros de la comunidad política que sí que han sido juzgados y encarcelados. Los Pujol están todavía en proceso de juicio. Lo del aniversario es vergonzoso pero es más o menos lo previsible. Los blanqueamientos más llamativos son de puro consumo interno. Muchos de los periodistas que escriben esos textos los escriben para su tribu y no tienen absolutamente ninguna reverberación cuando cruzas los Pirineos o el último pueblo de Catalunya por debajo del Ebro. Al final es una especie de folclore íntimo que se queda ahí. Yo creo que lo interesante es lo que digan periodistas e historiadores que tengan voz propia. Es como intentar tapar un escape de agua con las manos: el agua sigue saliendo. Lo más llamativo es la convicción de que pueden decir lo que quieran cuando hablan para su tribu. Pertenece a ese segmento del periodismo que lo mismo te puede decir que la UE va a aceptar la independencia unilateral de Catalunya que que vamos a conseguir la vacuna del covid-19 en tres días, sin ningun tipo de contraste. Este segmento periodístico no tiene ningún tipo de contacto con la realidad. Es como escribir vidas de santos, hagiografías, espectacular de ver, pero sin ningún interés intelectual. 

"En un político no se puede separar el latrocinio de la acción política y pública: es su acción política y pública"

En el blanqueamiento de Pujol se recurre a una vieja y no resuelta dialéctica en el mundo del arte: la separación entre la obra, política en el caso de Pujol, y los deslices de la persona. Ahí tenemos a Céline, enorme escritor pero filonazi, o a Ike Turner, genio musical pero explotador de músicos y maltratador de mujeres.

Por no centrarnos en Pujol, que tiene las causas abiertas, la diferencia entre un artista y un político es clara. El artista lo que haga mal fuera de la obra pues tendrá que afrontarlo en los juzgados, pero no tiene por qué afectar a la obra. Nadie sabe si Shakespeare era buena persona o mala persona. La obra no te va a contaminar porque tú la leas, no tienes por qué reproducir las conductas, la obra está libre de la persona. En cambio en un político, cuyo trabajo es la gestión de lo público, que realmente es un administrador de ideas y de recursos, la perseverancia en el robo y el latrocinio de bienes públicos para usos privados o para usos privados de su grupo no es una cosa que se pueda separar de la acción política y pública: es la acción política y pública. Si termina siendo verdad ese robo sistemático de bienes públicos que podrían haberse traducido en educación y en sanidad y que han sido utilizados para uso privado o uso del partido pues me parece que es inseparable una cosa de la otra. Otra cosa sería un político alcohólico y que pega a su mujer. Estaría muy mal pero lo podrías separar de la obra pública. 

¿Cómo es su familia?

Trato de no entrar en eso porque inmediatamente sitúa el pensamiento de la gente. Este piensa esto porque es así o porque es asá. Pero bueno. Es una familia muy heterogénea. Me apellido Torné por burgueses catalanes y mi apellido De la Guardia es como de baja aristocracia murciana muy venida a menos. Luego tenemos una rama judía y una rama castellana de una posición económica no precisamente alta. Me parece que está bastante equilibrado. Yo me llamo Gonzalo y mi hermano se llama Albert. En casa hablamos catalán y castellano indistintamente. Nunca me he situado claramente porque vengo de muchos sitios.

"La clase social es sobre todo la posibilidad de equivocarte más o menos veces"

¿Qué importancia cree que tiene la clase social en Catalunya?

Cada vez más, cuando cada vez tendría que ser menos importante. La clase es la posibilidad de tener más o menos oportunidades y sobre todo la posibilidad de equivocarte más o menos veces. En una sociedad donde estuvieran repartidos los beneficios, donde las clases pudientes pagaran sus impuestos y donde hubiera una educación y una sanidad publicas fuertes, tendría menos importancia porque se supone que luego habría unos mecanismos de competitividad. Lo que está muy deteriorado son los mecanismos de competitividad. Cada vez es más difícil estudiar con beca, hay mucha gente que tiene que trabajar mientras estudia, si tienes una enfermedad la recuperación es más lenta porque la sanidad se ha degradado... Hay un momento en la novela en que un personaje dice de forma obviamente exagerada que el código postal es un destino. Esto no es exactamente así pero es bastante así. Lo curioso es que eso se hace desde una idea del liberalismo, cuando lo que debería ser el liberalismo es igualdad de oportunidades y por tanto igualdad de competición. Siempre hay alguien que viene de muy abajo y llega muy arriba, pero no deja de ser el monito raro.

¿Hasta qué punto sigue estando relacionada en Catalunya la clase social con el origen territorial de la familia?

Es complicado. Existe el modelo Marsé, con el Pijoaparte, descendiente de la inmigración pobre, y la chica de familia catalana rica. Es un esquema válido pero que yo he intentado desdibujar porque hay castellanoparlantes ricos y hay catalanoparlantes pobres, no en balde hay un movimiento obrero catalán muy fuerte. Creo que nuestro hecho diferencial era precisamente intentar romper esa rivalidad entre gente de sensibilidad catalana contra gente de sensibilidad castellana. Una cosa que a mi juicio estaba bastante diluida al menos en Barcelona antes del 'procés'. Pero ahora el nacionalismo trabaja activamente para enterrar el hecho de clases, de manera que tú terminas votando por afinidad cultural o lingüística a una gente que va en contra de tus intereses sociales y económicos atraído por una supuesta identidad. Y da la sensación de que también afloran movimientos identitarios de signo contrario como el charneguismo, que era una palabra olvidada.

"Estoy totalmente en contra de que exista una identidad charnega que te dicte qué música tienes que escuchar, qué libros tienes que leer, pero lo entiendo como una reacción"

¿Le parece justificado este inesperado renacimiento del orgullo charnego, presente en el padre de Violeta Mancebo?

Los estereotipos literarios duran más que las justificaciones sociales. Siempre habrá donjuanes en las novelas y siempre habrá vampiros. Gracias a la fuerza del imaginario de Marsé es una figura literaria que muchas veces recuperamos porque es muy útil. En el caso de Violeta me interesaba un personaje que cogiera en parte ese estereotipo y de alguna manera lo cambiara porque ella también es una persona que se deja llevar totalmente por la codicia. Socialmente, ¿está justificado? Yo estoy totalmente en contra de que exista una identidad charnega que te dicte qué música tienes que escuchar, qué libros tienes que leer, pero lo entiendo como una reacción. Cuando hay un grupo que se constituye alrededor del hecho catalán y que te está diciendo lo que tienes que pensar, lo que tienes que decir y lo que tienes que votar para ser un auténtico catalán, pues entiendo que haya gente que se cohesione de manera reivindicativa a la contra. Aunque para mí la salida no es esa. Ninguna identificación identitaria tiene que definir o determinar lo que eres.

Violeta Mancebo se lanza alegremente a los brazos de la alta burguesía catalana y catalanista.

A mí me interesaba la codicia. Qué motor lleva a gente que lo tiene todo a arruinarse la vida, a vivir con unas complicaciones tremendas. Para mí es incomprensible. El político con reconocimiento social que se hunde por amasar una fortuna no es un fenómeno catalán. En este sentido Convergència era un partido superespañolazo. Ya hay muchas novelas que ponen el foco en el corrupto, en cómo se hace un corrupto, por eso me interesaba el proceso de cómo también Violeta entra en esa codicia absurda de que cuanto más dinero tienes más insatisfecho estás. Porque una de las cosas que tiene el dinero es que siempre estás lejos de los que tienen más dinero. Lo presento de una forma satírica pero al mismo tiempo es dramático porque esta gente está arrancando recursos a todos nosotros. Es una enfermedad mental y moral que si quieres está ya presente en Molière, en Balzac, en Joyce, en Shakespeare... Pero es que, joder, es a lo que se dedica la clase política mundial. Me gustaba enfocar que eso también puede estar presente en una persona como Violeta.

"Cuando me independicé tiraba de la cadena del váter y pensaba: esto es dinero"

Una idea antigua, la del dinero como veneno.

Mucho. En 'El corazón de la fiesta' el dinero es una voz siempre presente, es como un acompañamiento musical, Violeta está constantemente pensando en el dinero. Pero es una experiencia que todos tenemos. Yo mismo cuando me independicé tiraba de la cadena del váter y pensaba: esto es dinero. 

También hay una figura antigua en su novela: la del bastardo.

La novela se llamaba 'El bastardo del rey' casi hasta que la entregué. Pero fue creciendo el personaje de Violeta. 

¿Corresponde Vorablau, la localidad natal de Violeta, a una población concreta?

Es un lugar inventado totalmente. Aunque hay una corriente interpretativa ajena a mí que la identifica con Mataró. Sí, estaría en el Maresme.

¿Qué semejanzas y diferencias hay entre los Masclans y los Pujol?

La semejanza es que ambos identifican la clase o el clan con el país, y también es similar el proceso como estructurar una mitología. El hijo bastardo y la parte íntima de la familia son totalmente inventados. Claro que jugué con la idea de que la posibilidad de identificarlos cree una violencia fascinante para el lector, pero es solo un truco literario.

"Hay una tradición clara de novela escrita en castellano en Barcelona, aun siendo los autores muy distintos"

¿Se siente en deuda como escritor con Francisco Casavella?

Sí. Hay una tradición, que reivindico cada vez más, que es la novela escrita en castellano en Barcelona. Es una novela muy político-social y al mismo tiempo muy literaria. Y ahí está desde luego Casavella. Es una tradición clara siendo los autores muy distintos. En este sentido es un espacio literario donde yo me puedo mover perfectamente. Me parece que es un tipo de literatura que no existe ni en lengua catalana ni tampoco en el resto de España.

¿Usted siempre ha estado politizado?

Me he politizado a marchas forzadas. Esta es una novela anti-Gonzalo Torné, responsable por dejación de dejar la vía libre a los políticos y a las estructuras de latrocinio.