IDEAS

Las termitas y el barro

El fiscal argentino Alberto Nisman, en el 2009.

El fiscal argentino Alberto Nisman, en el 2009. / periodico

Lucía Lijtmaer

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He deglutido con auténtica compulsión 'El fiscal, la presidenta y el espía', la serie sobre el caso Nisman, dirigida por Justin Webster. Quizás porque la muerte del fiscal argentino Alberto Nisman se ha convertido en el caso JFK argentino, en un cúmulo de especulaciones y opacidades.

El 18 de enero de 2015, el cadáver del fiscal argentino apareció en el baño de su departamento de Buenos Aires con un tiro en la sien. Nisman investigaba el atentado contra la Asociación Mutual Israelí Argentina (AMIA) ocurrido en 1994, en el que murieron 85 personas; y había denunciado ante la Justicia a la entonces presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, por presuntamente encubrir a los autores del ataque terrorista a cambio de un pacto comercial con Irán. Aunque la tesis inicial que se barajó fue la de un suicidio, la Cámara Federal de Buenos Aires dio por probado que el fiscal fue asesinado de un disparo en la cabeza. Aún así, no hay acusados, y las versiones con respecto a la autoría son variadas y complejas.

La muerte sobre el fiscal Alberto Nisman se ha convertido en el caso JFK argentino, como explica Justin Webster en su serie documental 

Pero la serie se titula 'El fiscal, la presidenta y el espía' por algo. El documental arroja luz sobre el ex jefe de la contrainteligencia argentina Jaime Stiuso, que colaboró con Nisman en ¿esclarecer? los vínculos internacionales de la causa AMIA. Pongo entre paréntesis su papel, porque si hay un personaje turbio y poco claro es este exespía al que nadie pudo doblegar en democracia.

La serie recuerda la máxima de otro documental, 'Termitas', sobre la corrupción española. Decía el juez Elpidio Silva que la delincuencia económica organizada es invisible, como la termita. Y que carcome cualquier institución del estado hasta laminarla. La invencibilidad de la termita no se basa en su corpulencia, en su poder o en su peligrosidad directa. El poder de la termita se basa en que opera en silencio, en la oscuridad.

Esta serie va aún más allá y nos plantea una posibilidad también aterradora: una vez han operado las termitas, si se narra una conspiración que lo embarre todo y hay descrédito institucional, no hay nada más destructivo. Sólo hay que esperar a que nada se resuelva. Porque nada lo hará.