UN AUTOR POPULAR DE REFERENCIA

Stephen King, 40 años inspirando terror

Tras el estreno de las peliculas 'It: Capítulo 2' y 'Doctor Sueño' llegarán tres adaptaciones de sus novelas en formato serie

zentauroepp18602242 icult stephen king191102192323

zentauroepp18602242 icult stephen king191102192323 / periodico

Beatriz Martínez

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Lleva casi 40 años alimentando nuestras peores pesadillas y su imaginario terrorífico continúa estando más presente que nunca en la cultura popular contemporánea. Su producción literaria sigue siendo tan prolífica como siempre y su legado parece destinado a perpetuarse en el tiempo a través de un sinfín de nuevas adaptaciones cinematográficas y televisivas que reactualizan su discurso. Cada generación ha utilizado a Stephen King para plasmar sus miedos y ansiedades, perpetuando su carácter alegórico a través de una obra que parece expandirse hasta el infinito a la hora de hurgar en los monstruos de nuestro inconsciente. Aquí, cinco razones por las que el autor de Maine sigue siendo el rey indiscutible del horror.

Puente entre el pasado y el presente

Cuando era pequeño, Stephen King leía tebeos de la EC Cómics, historias macabras y de ciencia ficción y también se obsesionó con la novela ‘El increíble hombre menguante’ de Richard Matheson. Así, la alegoría fantasmagórica en clave pop sobre el hombre y sus dilemas básicos se incrustó en la mente del futuro escritor uniendo para siempre el espacio fantástico con el entorno más cercano y cotidiano.

Sin embargo, a la construir toda su mitología (el Kingverso) quizás su mayor referente haya sido H. P. Lovecraft. El escritor reinterpreta el horror cósmico y la oscuridad presentes en los relatos del creador de Chtulhu para acercarnos a la raíz del miedo más primitivo. También la dimensión siniestra de Shirley Jackson, autora de obras fundamentales como ‘La maldición de Hill House’ y conocedora de los ritos ancestrales de Nueva Inglaterra están presentes en la obra de King, así como la tradición heredada de Edgar Allan Poe que incorporará al componer sus textos.

En definitiva, un amasijo de alta y baja cultura, de fantasía ‘weir’ y macabra que el escritor logró elevar a un estadio profundamente personal y, sobre todo, alcanzó el mérito nada desdeñable de convertir un género tradicionalmente despreciado en superventas.

Él otorgó a la novela popular una nueva dimensión y eso se ha reflejado no solo en la literatura (más allá de Joe Hill, su hijo), sino también en videojuegos, en la música, en el cómic y en series de televisión como ‘Stranger Things’. Escritores como Bret Easton Ellis, HarukiMurakami o miembros de las nuevas generaciones como Victor La Valle, Alyssa Wong lo han tomado como referencia para sus discursos raciales o 'queer'.

Conecta con nuestros miedos atávicos

La literatura de Stephen King siempre ha establecido una conexión muy básica con el lector porque, al fin y al cabo, a través de un mecanismo de horror (que ya puede ser más o menos alambicado), su misión primordial es escarbar en los miedos e inseguridades del ciudadano medio. Se encarga de ponerlos sobre la mesa, de materializarlos de forma que terminan convirtiéndose en realidad. Son precisamente esos pavores íntimos los que se erigirán en verdaderos catalizadores dentro de la narración y en los únicos instrumentos posibles para luchar contra lo desconocido, lo monstruoso.

Los traumas infantiles, la pérdida de la inocencia, las inquietudes adolescentes y las torturas de la edad adulta, son la base de las novelas de Stephen King. El escritor se ha nutrido de todos estos fantasmas para confeccionar historias sobre el ser humano y sus pozos más profundos de miseria. ¿Hasta qué punto podemos hacernos daño a través de nuestras propias inseguridades? La inadaptación social en ‘Carrie’, las adicciones de Jack Torrance en ‘El resplandor’, la pérdida de un hijo en ‘Cementerio de animales’, los pánicos asociados a la infancia en ‘It’ y todo un catálogo de culpa y remordimientos, de ansiedades y angustias internas que nos conectan con la parte más oscura de nuestro ser están presentes en King. Un material que nunca pasa de moda.

Porque sus ficciones son metáforas de la sociedad

En una entrevista publicada en 'The New York Times' a propósito de su última y sexagésima primera novela, ‘El instituto’, Stephen King declaró que le asustaba que la vida se pareciera cada vez más a su obra. También hacía alusión a la política del miedo que se generaba sobre la población desde la administración de Donald Trump y su rechazo a un gobierno con demasiado poder que piensa que el fin justifica los medios.

Quizás el clima de malestar social, al igual que ha sido fundamental para el éxito de una película como ‘Joker’, también podría relacionarse con este nuevo revival de Stephen King. Al fin y al cabo, sus personajes son gente desamparada que intenta defenderse, ya sea ante el sistema o a las injusticias sociales convertidas en monstruos.

El fanatismo religioso, el racismo, la homofobia, la misoginia, la crisis de valores, la desestructuración familiar y la violencia estructural y sistémica están presentes en la prosa de King, así como un discurso alrededor de la perversión del sueño americano. Y aunque en los últimos tiempos su visión sea algo más optimista, está claro que muchas de sus ficciones giran en torno a una sociedad enferma, podrida, en la que el mal va apoderándose de la gente de diversas formas, conectando la realidad con el inframundo a través de las cloacas.

Por su galería de monstruos

Algunos son sobrenaturales, otros de lo más terrenal. En realidad, para King, el verdadero monstruo anida en nosotros. Por eso sus peores criaturas surgen del lugar de las pesadillas: un payaso convertido en caníbal (‘It’), un perro adorable que tras infectarse de rabia siembra el caos (‘Cujo’), un niño que regresa de la muerte con impulsos demoníacos (‘Cementerio de animales’), un vampiro devorador de ciudades (‘El misterio de Salem Lot’), bestias sobrenaturales que anuncian el apocalipsis (‘La niebla’), un padre alcohólico que ejerce la violencia doméstica (‘El resplandor’) o una admiradora que tortura a su ídolo (‘Misery’).Así podríamos continuar repasando la fauna que compone el universo King.

Pero además de sus seres, también se han convertido en icónicos los espacios en el que transcurren sus ficciones, entre ellos, tres ciudades ficticias que atraen el mal como una antena parabólica, Derry, Jerusalem’s Lot y Castle Rock, algo que también ocurre en el hotel Overlook de ‘El resplandor’. A través de todos estos personajes y escenarios King sabe cómo ir a la fuente del miedo que nace una capa más abajo de donde reside la razón, el equilibrio y la normalidad y se esconde la anomalía, la locura y lo inconcebible.

Por sus constantes adaptaciones

Stephen King ha sido un escritor adaptado al cine desde prácticamente sus inicios. En 1974 publicó ‘Carrie’ y dos años después se estrenó la ópera prima de Brian de Palma con el mismo nombre. En la actualidad se pueden contar más de 70 adaptaciones que no hacen sino ampliar la leyenda. Algunos libros han sido llevados a la gran pantalla en diferentes épocas, y en ese sentido a lo largo de los últimos años se podría decir que hemos vivido una segunda fiebre King con elremake de títulos como ‘Carrie’, ‘Cementerio de animales’ o ‘It’.

Este mismo año ha llegado a la cartelera ‘It: Capítulo 2’, dirigida por Andrew Muschietti, ‘En la hierba alta’, de Vincenzo Natali y ‘Doctor Sueño’, de Mike Flanagan, que se presenta como secuela de ‘El resplandor’ siguiendo al personaje de Danny Torrance. En televisión el año pasado llegó la serie de Hulu ‘Castle Rock’ y está pendiente de estreno ‘El visitante’, una miniserie de HBO. Entre los proyectos en marcha, otro remake, en este caso de ‘El misterio de Salem’s Lot’ a cargo de James Wan y ‘La historia de Lisey’, que servirá de inspiración para una serie de Apple Tv+ con Julianne Moore como protagonista y J.J. Abrams como productor.