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La Filmoteca rinde homenaje al pionero del fantástico Narciso Ibáñez Serrador

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Eduardo de Vicente

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En los años 70, el cine español era muy diferente al de ahora. La comedia más vulgar era muy habitual, fueron los años del landismo y, luego, los del destape pero también fue la década en la que todo empezó a cambiar. El cine metafórico de Saura, la comedia costumbrista de Berlanga, la tercera vía que ofrecía películas más reales sobre la situación del país... Y eran la semilla del cine que nacería en la década siguiente con la desvergüenza y espontaneidad de la movida madrileña de Almodóvar o Fernando Colomo o las comedias afrancesadas de Fernando Trueba.

Pero el cine de género también empezaba a despuntar. Se abrieron fronteras con los wésterns de Sergio Leone, la trilogía de los dólares con La muerte tenía un precio a la cabeza, que fue durante muchos años la película más taquillera de la historia. Y el cine fantástico también empezaba a ganar prestigio más allá de los filmes de terror de bajo presupuesto de Paul Naschy o Jesús Franco. Y en este apartado hubo un nombre que sobresalió por encima de los demás: Narciso Ibáñez Serrador. La Filmoteca de Catalunya le rinde esta tarde un merecidísimo homenaje con la proyección de ¿Quién puede matar a un niño? (1976). Y es una sesión gratuita.

Representantes de las dos Academias

El realizador no estará presente debido a su delicado estado de salud, pero glosarán su figura la productora y presidenta de la Acadèmia del Cinema Català, Isona Passola, y, en representación de la Academia de las Ciencias y las Artes Cinematogràficas de España, su vicepresidenta segunda, la actriz Nora Navas. Este acto supone una especie de continuación al Goya de Honor que recibió el cineasta este mismo año.

Nora Navas nos explica los motivos por los que se le entregó este galardón: “Chicho es un cineasta clave para entender el cine de terror y suspense en España habiendo sido para toda una generación de cineastas una influencia como creador de pesadillas. Fue un honor hacerle entrega del galardón que agradeció visiblemente emocionado. Hoy tenemos la suerte de volver a recoger ese testigo con este reconocimiento a un creador de ilusiones con quien hemos crecido todos moviéndonos desde lo más underground a lo más comercial de cuya mano conseguimos creer en lo fantástico”.

Un pionero que abrió caminos

Y es que, pese a su exigua carrera cinematográfica (tan solo rodó el filme que hoy puede verse en la Filmoteca y La residencia) su trabajo dejo huella, su atrevimiento al intentar dotar de sofisticación y elegancia este género a veces denostado. Pero también introdujo el terror en las vidas de los televidentes de la época con sus Historias para no dormir y descubrió a los nuevos espectadores los clásicos a través de su inolvidable programa Mis terrores favoritos en los que, cual si fuera Alfred Hitchcock, hacía una divertida e irónica presentación antes de la película.

Su obra, más allá de crear el célebre concurso Un, dos, tres… responda otra vez, no acaba aquí, ya que provocó que los jóvenes que querían dedicarse a esto del cine sintieran que era posible hacer cine fantástico desde aquí… y no hacer el ridículo. Ibáñez Serrador dio alas a los futuros Jaume Balagueró, Paco Plaza, Juan Antonio Bayona o Álex de la Iglesia que se reconocen como sus discípulos y así lo admitieron en la última ceremonia de los Goya.

Una película inquietante

¿Quién puede matar a un niño? es una fábula sobre la maldad infantil rodada en parte en inglés (en eso también fue un avanzado) centrada en una pareja de turistas británicos que se desplazan a la costa levantina de Almanzora para disfrutar de su luna de miel. Pero resulta demasiado bulliciosa y deciden desplazarse a la pequeña isla (ficticia) de Almanzora que él había conocido de pequeño. Al llegar al lugar descubren, para su sorpresa que está únicamente habitada por niños, no hay adultos, y se comportan de una manera muy extraña… "Y hasta aquí puedo leer…" , que diría Mayra Gómez Kemp.

La historia partía de una novela escrita por Juan José Plans adaptada por el propio Ibáñez Serrador (bajo el seudónimo de Luis Peñafiel) y tenía una banda sonora compuesta por el músico de moda en la época, Waldo de los Ríos, y fotografía de Jose Luis Alcaine, que sería uno de los grandes maestros de la luz y trabajaría con Almodóvar, Saura o Trueba, entre otros.

Las curiosidades del filme

El filme retomaba la tradición de la británica El pueblo de los malditos (1960) que sería objeto de una nueva versión en 1995, pero también sería precursor de otros títulos sobre niños malignos como Los chicos del maízComo curiosidades destacaremos que Chicho había contactado en un primer momento para el personaje del turista a un tal… Anthony Hopkins (que años después sería el inolvidable Hannibal Lecter de El silencio de los corderos), que varias secuencias son un homenaje a Los pájaros de Hitchcock y que, como el realizador británico, hace un cameo en la escena en la que llegan los turistas al primer pueblo y le preguntan por el ruido que oyen. Esta tarde tendremos la oportunidad de descubrir o revisar de nuevo esta pequeña joya del cine de terror que se mantiene tan fresca e inquietante como siempre. Gracias, Chicho, por una, dos, tres y tantas y tantas cosas…