NOVELA SOCIAL

Sayaka Murata: "En Japón muchas mujeres están viviendo un momento de toma de conciencia colectiva"

La autora denuncia en 'La dependienta' la presión social que sufren las solteras en el país nipón

La escritora japonesa Sayaka  Murata.

La escritora japonesa Sayaka Murata. / periodico

Natàlia Queralt

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Keiko Fukuruwa tiene 36 años, trabaja a tiempo parcial en una 'konbin'i, –tienda abierta las 24 horas–, vive en un pequeño apartamento en Tokio y está soltera. Aparentemente, no ha hecho nada reprochable en la vida y sigue aquella vieja y sana premisa de vive y deja vivir. Aun así, su familia, sus amigas y sus compañeros de trabajo se empeñan en recordarle que debe buscar un hombre respetable (o no), un empleo digno y hijos, antes de que se le pase el arroz.   

Este es el argumento de la última novela de la escritora japonesa Sayaka Murata (1979),' La dependienta' /' La noia de la botiga 24 hores' (Duomo/ Empúries), que ha sido reconocida con el prestigioso premio  Akutagawa que le ha aportado un millón de ejemplares vendidos en Japón y los derechos de traducción adquiridos por 31 países.  Se trata de una crítica feroz a la presión que ejerce la sociedad nipona sobre las mujeres solteras para que encajen en los estereotipos de ‘buena madre’ y ‘buena esposa’: “Muchas mujeres me dan las gracias por haber verbalizado la presión social que sufren y me han confesado que han sentido la necesidad de casarse y tener hijos, para convertirse en quien se espera que sean”. La autora es consciente de que su país no es precisamente una referencia en cuestiones de igualdad de género:  "Las mujeres están viviendo un momento de toma de conciencia colectiva"

Hasta hace poco, Murata, que debutó en 2003 como novelista, combinaba sus tareas de escritora con un trabajo por horas en una konbini. Una decisión que, como le sucede a la protagonista, su círculo cercano no terminaba de entender.

La automatización social

Tras el éxito de su último libro, dejó la tienda por la escritura. “Estoy escribiendo mi próximo libro, 'Un marciano en la tierra', en el comedor de la editorial porque necesito que haya ruido para concentrarme, como en la 'konbini'

donde trabajé”, confiesa la autora. El microcosmos de la tienda fue lo que inspiró esta novela que, en ocasiones, aterroriza por las descripciones de los dependientes del establecimiento, más próximas a los autómatas que a los humanos. Y ahí se esconde una reflexión sobre la identidad y la individualidad, en una sociedad de valores tradicionales que premia la homogenización.

Otro de los temas que aborda Murata es la marginalización y la sobreexposición que experimentan aquellos, –hombres y mujeres–, que intentan vivir ajenos a las normas establecidas: “Keiko, la protagonista, decide ponerse la

máscara de persona normal para dejar de ser cuestionada constantemente”. Sin embargo, el único lugar donde siente que encaja es en la tienda: con sus funciones de dependienta y un manual de instrucciones que le

indica cómo debe proceder en cada momento. “Compartí con la protagonista la sensación de que todos hablaban de mí por trabajar en una tienda a tiempo parcial y por mi modo de vida”, señala. Y lo sabe bien, ella que ha decidido vivir sola -hasta hace poco lo hacía con sus padres- no muy lejos de la vivienda familiar.

Cuando se le pregunta por sus influencias literarias, Sayaka Murata cita a Reiko Matsuura, quien ha escrito obras de carácter y pensamiento feminista, Yukio Mishima, que fue candidato al Nobel de Literatura y Kobo Abe, que

escribía sobre la experiencia del individuo en la sociedad contemporánea. 

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