ENTREVISTA

Ketama: "Venimos de una estirpe, pero no podemos adueñarnos del flamenco"

El reunificado grupo madrileño reaparece 14 años después de su disolución con una gira que recala en el Auditori del Fòrum

Antonio y Juan José Carmona, fotografiados esta semana en Barcelona

Antonio y Juan José Carmona, fotografiados esta semana en Barcelona / periodico

Jordi Bianciotto

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Ketama, el grupo que en los años 90 llevó el nuevo flamenco al gran público, reaparece tras 14 años de parón con la reedición remasterizada y ampliada de su disco más popular, ‘De akí a Ketama’ (1995) y una gira que recala este viernes en el Auditori del Fòrum (21.00 horas, festival Guitar BCN, con Dani Macaco como invitado). Hablamos con los hermanos Antonio y Juan José Carmona, titulares del trío que completa su primo José Miguel.

“Nos juntamos porque queremos”, dijeron hace unos meses. Pero, ¿fue el episodio clínico que sufrió Antonio Carmona (una infección en las vías respiratorias que le llevó a un coma inducido) lo que les animó a decidirse a juntar el grupo?

(Antonio Carmona) Creo que sí. Esa semana que estuve en coma no sabía si me iba a ir para el otro lado, o me iba a quedar en una silla de ruedas, o cualquier cosa. Me podía haber afectado de cualquier manera. Los tres reflexionamos y tomamos la mejor decisión como familia Habichuela que somos. Eran 14 años sin sus guitarras y me apetecía.

Ketama comenzó a caminar a principios de los 80, en tiempos de movida madrileña y nueva ola. Eran un grupo de flamenco renovador, y Mario Pacheco, con la independiente Nuevos Medios, les promocionó como un grupo moderno.

(Juan José Carmona) Mario Pacheco ha sido el productor discográfico más importante de España, y sin mirar el dinero: miraba la calidad. Hacer aquellos discos de Carles Benavent, de Pata Negra, de Rafael Riqueni, o los nuestros… ¡Discos que las discográficas desechaban! Nosotros, cuando fuimos a una multinacional nos rechazaron. Nos dijero: “eso no vale”.

Y eso que les avaló Paco de Lucía.

(Juan José Carmona) Fuimos de su mano, ¡imagínate si llegamos a ir de otra! ¡Nos tiran por el balcón!

(Antonio) Aquella época con Mario fue muy bonita, muy familiar. “Mario, adelántame algo, que tengo que comprarme unas congas…” Y aquellas portadas tan bonitas de Ceesepe.

(Juan José) En cierta manera, nosotros nacimos aquí, en Barcelona. El primer sitio de España en el que llenamos fue la sala Zeleste, con Pata Negra.

Su público era joven y pop, no nostálgico del flamenco.

(Antonio) Era muy variopinto. Hicimos actuaciones con Rosendo, Tahúres Zurdos, Loquillo… Eso ahora sería impensable; todo está más fraccionado. Ryuichi Sakamoto era un enamorado nuestro. Y Mario nos dijo un día: “no sabéis quién me ha mandado una canción, ¡David Byrne!”. Nosotros no sabíamos muy bien quién era, escuchamos la canción, que era como una melodía a la que faltaba la letra, y los tres pusimos una cara… ¡No nos gustó! Esa canción debe tenerla todavía Nuevos Medios. En el 83 yo me tuve que ir a la mili y por eso me perdí aquella primera portada en que salían Ray Heredia y José Soto, ‘Sorderita’.

Ambos duraron poco en Ketama, especialmente el desaparecido Ray Heredia, que tras el primer álbum marchó y ya en 1991 publicó ‘Quien no corre, vuela’, un disco de culto.

(Juan José) Ray quería hacer su disco. Él estaba por encima no ya de nosotros, sino del resto de los humanos que hacían música en España. ‘Quien no corre, vuela’ está todavía avanzado a los tiempos. Él estaba por encima de las cosas flamencas. Veía el flamenco puro y duro y decía “esto no es para mí”.

(Antonio) Él ya había ido y venido musicalmente, y nosotros todavía estábamos yendo.

(Juan José) Y Joselito quería hacer sus cosas más flamencas. A nosotros nos salía fusionar más, buscar cosas, y él necesitaba quedarse en su raíz. Fue doloroso. Cuando nos lo dijo nos pusimos a llorar. Y luego, más adelante, nosotros dimos el pelotazo.

En 1990 telonearon a Prince en sus tres conciertos en España, entre ellos el del Estadi Olímpic. Entonces se dijo que él quiso un grupo que tuviera mujeres, aunque en Ketama no las había. ¿Cómo fue aquello?

(Juan José) El que trajo a Prince (Pino Sagliocco) era un enamorado de Ketama y nos metió ahí. Un par de días antes del concierto, hacia las tres de la madrugada, nos pidió que le lleváramos un vídeo a su hotel, el Palace, porque quería ver qué hacíamos. Y allá fuimos, una locura. Hacia las cuatro o las cinco nos llaman: “dice que le encanta, pero que echa de menos alguna mujer”. Y a mi hermano (Antonio) se le ocurrió: ¿quieres mujeres?

(Antonio) Pues a la mañana siguiente nos fuimos al Rastro, donde están las gitanas más guapas de Madrid. “¿Sabéis con quién tocamos mañana en el Calderón? ¡Con Prince!”. Y nos dice la gitana: “¿Con quién? ¿Con vosotros vamos adonde queráis, pero con ese…”

(Juan José) Y nos llevamos a cinco o seis para que bailaran en el concierto. Le tuvimos que echar cojones a tocar en el estadio, ¿eh?

¿Llegaron a conocer a Prince?

(Juan José) No, era una persona muy inaccesible. La tarde del concierto íbamos a probar sonido, estaba todavía ahí su banda y apareció él y se puso a tocar el piano. Nos llamaron de seguridad: “Prince no quiere ver a nadie en el estadio”, y nos tuvimos que ir todos. No podía ni asomar una cabecita. No pudimos probar sonido. Y antes de su actuación, salió con su BMW con cristales ahumados a dar unas vueltas por el recinto, no sé si para coger buenas vibraciones o qué.

Pasar de Nuevos Medios a una multinacional, Polygram (Universal), ¿era necesario para atender una expansión comercial como la que se les venía encima?

(Antonio) Nuevos Medios era más casera pero de cara al extranjero había más infraestructura que con Universal. Con Mario hicimos Europa entera con los discos de ‘Songhai’, que con Universal poca cosa hicimos, aunque con estos vendiéramos más discos.

(Juan José) De un álbum que no querían.

¿’De akí a Ketama’ (1995), el que ahora han reeditado?

(Juan José) Sí, quisimos hacerlo porque estábamos hartos de grabar discos: necesitábamos hacer bolos, ganar dinero, y lo más fácil era hacer uno en directo.

(Antonio) En Universal nos iban diciendo que no, de ninguna manera. Lo hicimos bajo nuestra responsabilidad, y a condición de que en septiembre nos metiéramos en el estudio, cosa que ya no hicimos porque nos metimos en una gira de dos años. Vinieron a la grabación Pedro Almodóvar, Ana Belén, Rossy de Palma… Y fue el disco de los ‘antonios’: Vega, Flores, El Potito, Canales… Vendimos un millón de copias.  

El secreto fue juntar buenas canciones que antes habían pasado un poco inadvertidas.

(Antonio) Exactamente, como ‘No estamos lokos’, que habíamos grabado originalmente en el disco ‘Y es ke me han kambiao los tiempos’ y había pasado desapercibida. Ahí ya fue un exitazo, con la campaña de Levi’s en medio.

Ha mencionado otro disco importante, ‘Songhai’ (1988), una referencia clave en aquellos albores de la world music, que grabaron con Pacheco y Joe Boyd, el que fuera productor de Nick Drake, la Incredible String Band, los primeros Pink Floyd… ¿Fue idea de ellos?

(Antonio) Sí, de Mario y Joe. Tuvimos un encuentro en Londres. Nos fuimos a comer una paella africana, que picaba que no veas, apareció Toumani Diabaté y sacamos las guitarras y los cajones, y en veinte minutos los dos ya estaban chocando las manos y diciéndonos que allí había un disco.

¿Qué les pareció el sonido de la kora de Diabaté?

(Juan José) Maravilloso. El año pasado estuvimos tocando con él en algunos festivales y viéndole solo con la kora te quedas chocado. Pero para localizarle hay que usar tambores, ¡no contesta! Vive en una aldea con una pila de mujeres, de niños… Recuerdo que entonces quería casar a una prima suya con Josemi (Carmona). Nos enseñaba la foto y nosotros pensábamos “¿pero qué quiere este tío?”. Ahora está mucho por su hijo (Sidaki), que está arrasando.

La versión original de ‘Vente pa Madrid’ está en el primer ‘Songhai’.

(Juan José) ¡Sí! Y en el segundo disco hay otra canción maravillosa, ‘Pozo del deseo’.

(Antonio) Toumani podía tocar cosas que te recordaban, por ejemplo, la seguiriya. Claro, la música viene de donde viene, de África.

"Flamenquito es una palabra despectiva. En todo artista hay siempre algo bueno. Solo por el hecho de subirse a un escenario ya hay que tenerle un respeto"

Juan José Carmona

Desde los 90, el flamenco y el rumba se han establecido como ingredientes del pop de consumo. Se habla incluso de flamenquito.

(Juan José) Flamenquito es una palabra despectiva. En todo artista hay siempre algo bueno. Solo por el hecho de subirse a un escenario ya hay que tenerle un respeto, porque el escenario acojona. Es como lo de ‘flamenco de pandereta’. Pues no, porque la pandereta bien tocada tiene su arte. Hay que tener respeto a la música.

Peret, ¿formó parte de sus influencias?

(Antonio) Más El Pescaílla, porque iba mucho por Los Canasteros, el tablao de Manolo Caracol, en Madrid, de donde sale Ketama. Teníamos muchas sinergias con él, y luego con Lolita y Rosario, que son como hermanas para nosotros. Pero Peret también fue un gran música, claro, que se aventuraba a hacer películas y todo, y era un gran artista.

El debate sobre los caminos del flamenco se ha recrudecido. ¿Entienden las críticas feroces a un Niño de Elche?

(Juan José) Pero si en Sevilla le dijeron a Paco de Lucía que estaba acabado… Pero usted esta sordo, ¿caballero? Si no entiende, que no escriba, pero no se puede hablar así de un genio como él, o como Sinatra, gente que no se acaba nunca, que muere con las botas puestas.

(Antonio) Aunque nosotros venimos de una estirpe, los Habichuela, no podemos adueñarnos de algo como el flamenco y decir que es nuestro. El Niño de Elche tiene su visión, su momento, y eso hace que los puristas le den caña, igual que nos ocurrió a nosotros, que fuimos punta de lanza. Y lo bueno que tiene el Niño es que ha acercado a mucha gente el flamenco más puro, y eso es bueno. Sobre todo se trata de libertad. En nuestro país no la tenemos ni para hacer música.

"El Niño de Elche tiene su visión, su momento, y eso hace que los puristas le den caña, igual que nos ocurrió a nosotros"

Antonio Carmona

¿Se consideran unos flamencos?

(Antonio) Mi vida es flamenca, y cada vez soy más Habichuela. Antes, cuando agarraba una guitarra, tocaba samba y otras músicas, y ahora toco cosas de mi padre, del Niño Miguel, de Paco de Lucía… Estoy volviendo a la esencia. Tuvimos nuestro momento de expansión y ahora toca regresar ahí.

(Juan José) Y nosotros hemos tocado a todas las máximas figuras del flamenco: Farruco, Fernanda y Bernarda de Utrera, El Güito, Camarón, Paco de Lucía, Rafael Riqueni, Enrique Morente, Miguel Poveda… Nosotros somos flamencos.

Y no hay que ser gitano para eso.

(Juan José) ¡Paco de Lucía no era gitano y tocaba mejor que todos!

(Antonio) Ni Enrique Morente lo era, ni Manuel Vallejo, ni Pepe Marchena, ni Antonio Chacón, que fue el creador del flamenco. Ese rollo de la apropiación del flamenco es un pensamiento retrógrado.

(Juan José) Los gitanos sabemos de comercio y de cantar, y es normal que tengamos un punto, como los negros con el soul. Eso lo ves en cualquier niño gitano si se pone a cantar y bailar.

(Antonio) Pero mi hija Lucía da una visión Habichuela muy diferente de la mía.

"Ni Enrique Morente era gitano, ni Antonio Chacón, que fue el creador del flamenco. Ese rollo de la apropiación del flamenco es un pensamiento retrógrado"

Antonio Carmona

Hablaba de volver a la esencia. ¿Se apreciará eso en el concierto del Auditori del Fòrum?

(Antonio) El concierto está muy orientado al disco ‘De akí a Ketama’.

(Juan José) Pero catorce años después. Yo ya no necesito dar tantas notas para decir lo mismo. Sé que puedo decirlo con tres en mi mismo idioma.

(Antonio) Y yo no canto en los mismos tonos. Canto más cómodo. Uno se expresa de otra manera. Quien venga verá que la expresión de Ketama es diferente.

¿Qué recorrido tendrá esta etapa de Ketama? ¿Habrá música nueva?

(Antonio) Como dice Simeone, vamos partido a partido. Venimos de Cuba, tenemos festivales por delante, sitios de música culta, que desgraciadamente hay pocos. Como este festival de Barcelona, un festival de música, no unas fiestas mayores. Esto para nosotros es muy importante. Y respecto a las canciones nuevas, seguro que pronto agarraremos las guitarras y comenzaremos a ver cosas. También nos apetece.