ESTRENO MUNDIAL

El Liceu desvela 'L'enigma di Lea', la ópera distópica de Casablancas

zentauroepp46829806 icult190204172821

zentauroepp46829806 icult190204172821 / periodico

Marta Cervera

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El Liceu estrena por fin esta semana la primera ópera del reconocido compositor Benet Casablancas (Sabadell, 1956), 'L'enigma di Lea', con libreto del narrador, poeta y ensayista Rafael Argullol (Barcelona, 1949), escrito en italiano pero con las partes del coro en catalán. Ambos empezaron a trabajar en ella cuando Joan Matabosch todavía dirigía el Gran Teatre, en el 2011, tras recibir el encargo del Liceu. La crisis frenó el proyecto, pero la nueva dirección de Christina Scheppelmann retomó este estreno mundial en una clara apuesta por la música de hoy, algo necesario e imprescindible para la evolución del género. 

El estreno el próximo sábado capitaneado por Josep Pons al frente de la orquesta y coros del Liceu culminará un largo proceso de preparación y ensayos con 11 cantantes donde tanto él, un apasionado de la música contemporánea, como la veterana directora escénica Carme Portaceli han colaborado estrechamente con los creadores de la partirura y el libreto. Están previstas solo cuatro funciones, así como la filmación de TV-3 que retransmitirá la ópera cuando mejor le convenga. Veremos si el público, malacostumbrado a escuchar lo que ya conoce, reacciona ante el estreno mundial de una ópera catalana del siglo XXI en el Liceu. "Una obra nueva siempre es una aventura porque no la hemos escuchado nunca. Como no hay una tradición, son muchos los interrogantes que plantea pero también tienes una mayor libertad", dice Pons. 

Violada nada más empezar

'L'Enigma di Lea' habla de un secreto pero también es una historia de amor. Se inicia con la violación de la protagonista por parte de un dios o ser superior que condena a una sensual mujer (Allison Cook, mezzosoprano) a vagar por el universo desposeída de razón bajo la estricta vigilancia de dos seres monstruosos y castrantes: Milojos (Sonia de Munck, soprano) y Milvoces (Felipe Bou, bajo). Lea llega a nuestra era donde se castiga a todo aquel que no encaja en una sociedad uniforme y totalitaria dominada por el grotesco Dr. Schikal (Xavier Sabata, contratenor). Él intentará averiguar el secreto de Lea mediante tres artistas, todos tenores, Michele (David Alegret), Lorenzo (Antonio Lozano) y Augusto (Juan Noval-Moro), que intentan seducirla con diferentes formas de amor para desvelar su enigma: el virginal, el místico y el sexual. 

Nada funcionará. Al final Lea accederá a confesar su secreto cuando se reencuentre con Ram (José Antonio López, barítono), a quien conoció fugazmente en el primer acto, un ser opuesto a ella, convertido en sonámbulo por haber osado poseer la muerte. Solo a él se entregará Lea a cambio de convertirlo en un ser completo, dotado de también de alma, de corazón. "Es como si se unieran el Yin y el Yan", dice Argullol, cuyo texto de carácter simbolista, con resonancias del 'Fausto' de Goethe y del romanticismo europeo, denota esa búsqueda por la belleza como absoluto que recorre su obra literaria. "La historia de Lea es la historia de una mujer pero también de todos nosotros. Cualquiera puede ser víctima del abuso, de una experiencia límite causada por un poder superior", resume el autor. "La única fe que puede rescatarnos del naufragio es nuestra ansia de libertad".  Aunque no fue intención del autor, en el contexto actual es inevitable que los ecos de los abusos de la Iglesia resuenen en ella.

Argullol la escribió "pensando en música", consciente de que las palabras cobrarían vida en escena. Después realizó algunos retoques a petición de Casablancas quien ha invertido tres años en la elaboración de la partitura. La puesta en escena y primeros ensayos han acabado de perfilar, pulir y ajustar una obra que ha tenido diferentes versiones idiomáticas. "Hubiera sido más utilitario el inglés pero al final preferimos el el italiano porque es la lengua franca de la ópera y conecta mejor con el contexto mítico de la pieza", declara Argullol. 

En busca del milagro

El compositor tiene un centenar de obras de cámara y orquestales. Nunca había creado una ópera pero sí elaborado piezas inspiradas en la palabra como 'Jo tem la nit', basada en un poema de J. V. Foix y 'Set escenes de Hamlet' y 'The dark backward of time', dedicadas a Shakespeare. Casablancas tiene estilo propio que combina una amplia paleta de recursos técnicos, con profundidad y plasticidad. 'L'Enigma di Lea' le ha permitido explorar nuevas zonas expresivas para "proyectar en el público ese milagro de la emoción estética". Arias, dúos, trios y números corales se suceden en esta nueva creación de hora y cuarenta de duración, con tres partes y 15 escenas que se representarán sin descanso. "La voz está en el centro de esta obra intentando hallar un equilibrio entre la orquesta y los coros". No quiere definir a qué suena pero da pistas: "La música de vanguardia y las estéticas radicales me interesan poco. Me gustan obras capaces de comunicar". 

Portaceli, por su parte, afirma: "Me encanta haber podido dirigirla porque la ópera es una concepción total del espectáculo y un mundo donde predominan los hombres", indica esta directora de dilatada carrera teatral que ha montado la pieza "con los ojos de una mujer del siglo XXI". Y se ha rodeado de colaboradores habituales como Paco Azorín (escenografía), Ferran Carvajal (coreografía) y Miquel Ángel Raió (videocreación) para este nuevo reto, una historia que sitúa "en un espacio distópico, un cubo con aspecto de prisión o jaula".