'Ni distintos ni diferentes: Campeones': de la ficción a la vida real
Su principal valor, más allá del cinematográfico, es el estrictamente humano
Beatriz Martínez
Periodista
Periodista cultural y crítica de cine.
Beatriz Martínez
Hace unos meses ‘Campeones’, se convirtió no solo en un éxito de taquilla, sino también en un fenómeno sociológico. La película de Fesser consiguió derribar muchas barreras en torno al colectivo de discapacitados intelectuales, apostando por la inclusión a través de un discurso en el que se dejaban a un lado las limitaciones para reivindicar la diferencia desde un punto de vista tan vital como emocionante. Ahora, el productor y director Álvaro Longoria se acerca a los protagonistas de la película con su cámara para adentrarnos en su día a día y mostrarnos los retos a los que se deben enfrentar dentro de una sociedad tendente a la exclusión y la incomprensión. ¿Se les puede considerar distintos y diferentes? Es la primera reflexión que lanza el documental, ya que el lenguaje, al fin y al cabo, resulta fundamental para ir rompiendo con un buen puñado de clichés que fomentan el aislamiento y el rechazo. Delante de la cámara de Longoria irán apareciendo no solo los protagonistas de la película, también sus familiares y trabajadores sociales que aportan su visión en torno a algunos temas como la integración laboral o las relaciones amorosas. Lo hacen sin condescendencia, con una total transparencia que desarma. ‘Ni distintos ni diferentes’ recoge el testigo de ‘Campeones’ a la hora de ampliar su universo en la realidad. Y como ocurre en la propia película, su principal valor, más allá del cinematográfico, es el estrictamente humano.
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