ENTREVISTA

Àlex Torío: "No quiero dedicar más tiempo a venderme que a crear"

El músico barcelonés reaparece con un disco turbulento, 'The neglected garden', inspirado en la novela 'Bajó el volcán', de Malcolm Lowry

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zentauroepp44010475 barcelona 27 06 2018 icult entrevista con el m sico lex tor180819173512 / RICARD CUGAT

Jordi Bianciotto

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Los discos de Àlex Torío se hacen de rogar, y casi cinco años después de ‘Ghosts of Comala’, inspirado en la novela ‘Pedro Páramo’, del mexicano Juan Rulfo, ve la luz ‘The neglected garden’. Una obra, como aquella, de inspiración literaria, basada en la novela ‘Bajo el volcán’, del británico Malcolm Lowry. Doce canciones de rock de autor intenso y con calado emocional, interpretadas como es su costumbre en inglés. Hablamos con este cantante, pianista y guitarrista barcelonés, licenciado en física y profesor de matemáticas.

De ‘Bajo el volcán’, ¿le atrae tanto la novela como su autor?

Sí, porque la novela explica la vida del autor: Geoffrey Firmin es un ‘alter ego’ de Malcolm Lowry, con rasgos suyos. Bueno, básicamente, el alcoholismo. Lowry fue un ‘one hit wonder’: un hombre que pasó a la historia de la literatura por un libro. Perdió obra escrita en un incendio y murió joven.

Un tipo de existencia convulsa y viajera, que vivió en Estados Unidos y México.

Era hijo de una familiar rica, lector de Melville y con ganas de ver mundo. Un poco más joven que la generación de Joyce, pero fascinado por esa época de la literatura. Para mí, ‘Bajo el volcán’ es como un ‘Ulises’ borracho, el rock’n’roll de Joyce.

¿Qué le interesa de este libro?

Consta de 500 páginas que resumen doce horas, ya que toda la acción pasa en un día, y prácticamente solo tiene tres personajes. Lo cual quiere decir que hay una gran profundidad psicológica, que es lo que más me gusta. Tres  personajes de los que hay muchas cosas que contar. Mi idea original era hacer solo tres canciones, largas y con secuencias, una para cada uno, y un disco con la estructura de ‘Animals’, de Pink Floyd. Pero yo no soy autor de este tipo de música, quedaría falso, y decidí hacer una canción para cada hora del día, doce en total.

"Mi idea original era hacer solo tres canciones, largas y con secuencias, una para cada personaje del libro, y un disco con la estructura de ‘Animals’, de Pink Floyd"

¿Por qué ‘neglected jarden’ (jardín descuidado)?

La última frase del libro es de un cartel en castellano: “¿Le gusta este jardín, que es suyo? ¡Evite que sus hijos lo destruyan!”. ‘Bajo el volcán’ es un libro sobre la tendencia humana a la autodestrucción, al suicidio. Sobre el no poder evitar los sentimientos buenos por las personas pero al mismo tiempo tener esas tendencias. El jardín representa el Edén, que nos lo cargamos sin saber muy bien por qué.

El final no es muy feliz.

No, mueren dos de los tres personajes. El 66%. Un fracaso, sí. Tan bien que estaban a primera hora de la mañana...

Las historias alegres no le atraen.

No, no, para eso ya están Els Catarres.

Musicalmente, hay una evolución de su estilo con interferencias de géneros de la época en que transcurre la novela.

Sí, eso es. A Hugh, el hermanastro, Lowry le hace ser cosas como escribir charlestones y tocar el ukelele. ¡Eso mismo hacía Lowry, escribir charlestones y tocar el ukelele! Así que hice una sección en el disco sobre Hugh con una canción en ukelele y un charlestón.

Sus dos últimos discos, ¿marcan una pauta en su rumbo como adaptador de obras literarias?

No, no, tengo muchas ganas de dejarlo. Pero creo que lo cerraré con un tercer disco que ya tengo empezado desde hace dos o tres años. Porque yo escribo de manera superpuesta: trabajo tres discos a la vez más o menos.

¿Le ha inspirado algún músico que haya adaptado novelas?

De la manera en que yo lo hago quizá no, porque intento respetar la personalidad de cada protagonista, la estructura y las imágenes poéticas. Tanto ‘Pedro Páramo’ como este son libros de prosa poética, con una voluntad muy estética en la manera de construir frases y poner adjetivos.

"Llevo muchos años haciendo unas cosas que creo que cada vez hago mejor, y no tengo muchas ganas de hacerme un experto en electrónica o algo así."

¿Diría que conserva sus influencias musicales de siempre o están en movimiento?

En la primera canción del disco hay un sintetizador y es algo que no había hecho antes. Pero no me siento capaz ni con ganas de entrar en otros terrenos. Llevo muchos años haciendo unas cosas que creo que cada vez hago mejor, y no tengo muchas ganas de hacerme un experto en electrónica o algo así. Intento hacer canciones que sean rock, folk-rock, con cosas de jazz…

¿Folk?

Sí, creo que lo mío tiene que ver con REM, aunque nadie lo ve así. Los REM de ‘Fables of the reconstruction’, de ‘Automatic for the people’, de ‘New adventures in hi-fi’...

Y tiene una debilidad por el rock experimental de los 70: Eno, Wyatt, Bowie, Roxy Music.

Para el próximo disco mi idea es juntar al Eno de ‘Before and after science’ con Leonard Cohen.

Hace unas semanas actuó en Sidecar, pero da muy pocos conciertos.

Toco poco, sí. Me lo paso bien cuando lo hago, pero no tengo mánager ni hago muchos movimientos. Si me llaman, voy.

Lleva la relación con el mercado con cierto fatalismo resignado.

Sí, algo así. En algún momento me he planteado “voy a buscar un mánager”, pero he hablado con alguno que me ha dicho “no sabría cómo venderte”. Pues bueno, es lo que hay.

"En algún momento me he planteado 'voy a buscar un mánager', pero he hablado con alguno que me ha dicho 'no sabría cómo venderte'. Pues bueno, es lo que hay"

No se queja, aquello de “el país no me comprende”.

No, no, esto me parece muy feo. Pensar que la gente esté obligada a comprender tu arte... Yo no hago nada especialmente para gustar a la gente. Me gustaría que le gustara, pero... Mirando los carteles de los festivales ves que hay interés en las cosas que sean nuevas. En el 2002, cuando saqué mi primer disco, una revista me hizo una crítica muy buena, pero dos años después, con el siguiente, dijeron: “ahora no lo sacaremos, ya hablamos de Àlex Torío hace dos años”. Y lo que no quiero es dedicar más tiempo a venderme que a crear.

Ahora los músicos lo hacen todo, desde buscar bolos a imprimir carteles.

Entiendo que eso facilita que haya más grupos que solistas, porque en un grupo siempre habrá alguien que asuma este trabajo, se reparten las funciones. En cambio, yo, si además de componer, grabar, mezclar, ensayar..., encima tengo que ponerme a mandar mails a festivales... Además, la promoción no puedes hacerla tú. “¡Hola, ha salido el disco de Àlex Torío!”. “Ah, ¿y usted quién es?”. “¡Àlex Torío!”. Yo debo preocuparme de lo mío, de que el disco suene bien y de que cada frase sea la mejor posible.

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