CRÍTICA

Jo Nesbo lleva a Macbeth a una red de narcotráfico

El autor noruego sale airoso del reto de adaptar la tragedia escocesa de Shakespeare

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zentauroepp37800143 barcelona 24 03 2017 icult entrevista rueda prensa escritor 180417092612 / RICARD CUGAT

Marta Marne

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En octubre del 2015 arrancó The Hogarth Shakespeare Project, una iniciativa para que autores contemporáneos de 'bestsellers' revisitasen algunas de las obras del dramaturgo británico en el cuarto centenario de su muerte. Desde Margaret Atwood a Edward St. Aubyn, pasando por Gillian Flynn y Anne Tyler, ocho han sido los valientes que han aceptado el reto de convertir en novela algunos de los textos del literato más reputado de la lengua inglesa. Jo Nesbo no solo se ha unido al proyecto, sino que se ha atrevido a abordar la obra escocesa maldita.

El argumento es de sobra conocido por todos: tras una cruenta contienda, Macbeth y su compañero Banquo se topan con las tres Hermanas Fatídicas. Estas les auguran grandes cambios en sus vidas, y arranca el juego de hasta qué punto el destino se encuentra escrito o somos nosotros quienes lo provocamos. Si el Macbeth shakespeariano aspiraba a la corona, aquí lo hará a la dirección de la policía. Lady Macbeth regentará el casino más exclusivo de la ciudad y Hekate pasa a convertirse en líder del narcotráfico. Nada es igual, pero de alguna forma todo es lo mismo: las aspiraciones individuales no varían en su esencia, tan solo en su ejecución.

Gran parte de los capítulos arrancan con una ambientación espacial y atmosférica necesaria para sentir la opresión de la lluvia constante durante la lectura. La contaminación y la presencia de las fábricas rematarán el ambiente gris que impera durante todo el texto. Este elemento no es tan solo situacional, ya que a pocos kilómetros de donde transcurre la acción se encuentra Fife, un precioso lugar soleado que sirve como contrapunto a la suciedad real y metafórica imperante en la ciudad.

Escocia, años 70

A pesar de que seguimos en Escocia, viajaremos a la década de los 70. Esta Escocia es ficticia, una mezcla de espacios y ambientes de distintos lugares, pero lo que sí es real es el trasfondo social del momento. Edimburgo albergaba las tasas de consumo de drogas más elevadas de su historia, algo que el autor aprovecha de manera magistral para dar contemporaneidad a la magia y las apariciones fantasmales de la obra inédita. Muchas de las elecciones de este tipo que realiza Nesbo pueden sorprender en un comienzo, pero a la hora de acometer la lectura descubriremos que sus herramientas funcionan.

Nesbo es popular por su capacidad de construir 'thrillers' adictivos con dosis de acción muy elevadas. La violencia es una de las marcas de la casa, y aquí no ha necesitado excusas para incluirla. Resulta irónico cómo a pesar de que el autor es conocido por lo excesivo de sus textos, en 'Macbeth' alcanza cotas que llegan a rozar lo distópico con un argumento que no ha sido ideado en origen por él. Los añadidos son necesarios, de no ser así no estaríamos ante una visión nueva. El reto quizá consiste en mantener la intriga y el interés del lector ante un desenlace que sabemos de antemano, sea a través de la lectura del original o de haber visionado alguna de las adaptaciones al cine o al teatro. Y consigue aprobar con nota. A pesar de toda la crudeza de la narración queda sitio para el amor gracias a la construcción de uno de los personajes más redondos y poderosos de esta versión: Lady. Culpa, redención, codicia, traición; Shakespeare sabía lo que se hacía a la hora de escoger sus temas, logrando así que su obra funcione como novedad 400 años después de su concepción.