música

El viaje de Bad Gyal

Ignasi Fortuny / Barcelona

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Salía continuamente en la tele la promo del nuevo disco de Sean Paul. El bombardeo habitual de un disco con una gran campaña detrás. La niña Alba Farelo escuchaba; le gustaba lo que oía. Funcionó la publicidad: pidió el álbum a sus padres. No tenía ni 10 años cuando esa pantalla que vendía el ritmo del jamaicano Sean Paul la invitó a conocer el dancehall. Años después recordó este episodio cuando Spotify le puso por el camino una canción de T.O.K., grupo mítico del mismo estilo musical originario de Kingston (Jamaica). "Me moló que flipas y entonces até cabos con lo que había escuchado de pequeña", explica Alba, la consolidada Bad Gyal (Vilassar de Mar, 1997).

Hace unas semanas que la joven cantante catalana ha vuelto de conocer la cuna de ese sonido que la cautivó de niña, Jamaica. “El dancehall es su vida, su cultura; sales a la calle y hay música en todas partes”, cuenta Bad Gyal. En Jamaica, la catalana buscó comprender las vibraciones de las que se nutre esta música, danza y filosofía de vida. "Lo que hice allí fue aprender pasos de baile, ellos los crean", resume sobre el viaje.  Su estancia en la isla caribeña ha dado para un documental con un título polisémico: 'Bad Gyal lo (a)prende'. Y para el videoclip de ‘Candela’, de su segunda ‘mixtape’‘Worldwide Angel’, que circula por internet desde el pasado 23 de febrero. 

Una carrera lanzada

Bad Gyal lleva poco más de dos años conduciendo a ritmo vertiginoso su carrera artística, que arrancó con una soltura insólita encima del escenario. "No tendría sentido subir a un escenario y estar medio cagada", comenta. "No decidirás que te dedicas a esto y al tener que actuar sentirte incómoda, no tiene sentido", añade. Y anuncia: "Desde que he vuelto de Jamaica mucha gente, como mi mánager, dice que tengo mucha más soltura". Este viernes en la sala Apolo de Barcelona interpretará su nuevo trabajo y se podrá comprobar por primera vez cómo ella y su séquito de bailarinas ejecutan "los últimos pasos, los más nuevos" tras volver de la isla caribeña. 

"Es un momento de mi carrera que tengo que decir: ‘Alba, joder, para un momento y piensa como puedes aprovechar esto, no seas tonta y piensa en tu futuro"

La mecha de Bad Gyal prendió rápido junto a la nueva ola de la música urbanacomandada por artistas que ensalzan la bandera del ‘trap’‘trap’, sonido y movimiento del que ella se desmarca. La chispa llegó con ‘Pai’, una versión del ‘Work’ de Rihanna, y continuó con ‘Indapanden’, éxitos millonarios en Youtube cantados en catalán y con mensajes sobre el empoderamiento de la mujer. E independiente ha seguido, al menos hasta la fecha, pues grandes sellos la sondean insistentemente con el argumento del dinero. Por ahora, ha rechazado todas las ofertas, aunque reconoce que se acerca "el 'deal'", "el "business": “Es un momento de mi carrera que tengo que decir: ‘Alba, joder, para un momento y piensa como puedes aprovechar esto, no seas tonta y piensa en tu futuro”.

Respeto, reconocimiento y fama

En eso está ahora Bad Gyal después de recorrer un embrollado camino hasta el reconocimiento y el respeto. “He vivido que muchos tíos despreciasen mi trabajo, que se riesen, que la gente se pensase que no iba en serio… Y he visto que hasta que no me he ido fuera o he hecho cosas que no ha hecho nadie en este país, ni ningún tío ni ninguna tía, no se me ha respetado”, exclama. "Ahora siento que estoy al mismo nivel que los tíos de este país o incluso más", añade. 

Deshoja la margarita de su futuro teniendo claro que no quiere "dejar esta voz que tengo ahora" sobre su trabajo

Lo dice porque la fama y todo el tufo que conlleva llega sin avisar y sin tiempo para preparse: "No creo que muchas chavalas de mi edad aguantasen en mi posición, porque constantemente la peña te está poniendo en duda. La gente quiere ver lo peor de ti, llevarte al límite, verte mal... Y no solo en las redes sociales, también en la vida real".

Alba Farelo reconoce que estas situaciones la han hecho cambiar -"Yo antes era una chavala que me encantaba conocer peña, hablar con la gente, y ahora no"-, al mismo tiempo que Bad Gyal reivindica que sigue siendo la misma. Lo canta en 'Yo sigo iual': "Yo sigo igual, para mi el tiempo no pasa; Yo sigo igual, todo esto no me arrastra".

Futuro e industria

Sigue cantando Bad Gyal: "Todo está 'sold out'; hemos visitado 11 países; los bolos llenado; hemos estado por todos los lados; todo bien cobrado". 'Internationally', así es como se llama esta canción de 'Worldwide Angel', reivindica el éxito que ha tenido yendo por libre, sin infraestructura, abriéndose paso. "Todo esto lo he empezado yo sola", insiste. Pero ya saben, suena el teléfono y al otro lado hay un contrato que abre puertas. "Hay movimientos superinteresantes que no podemos hacer porque estamos atados como corderillos. Por muchas masas que mueva hay ciertas cosas a las que no podemos acceder. Son los que tienes pasta y las empresas los que tienen acceso a eso", manifiesta. Y desarrolla: "¿Cómo puede ser que Ms NinaYung Beef o yo no sonemos en la radio? No es porque no movamos a todo el público joven porque sí que lo hacemos". 

Bad Gyal deshoja la margarita teniendo claro que no quiere "dejar esta posición y esta voz que tengo a ahora" sobre su trabajo. "Me he hecho ganar mi valor. Por suerte tengo ofertas muy distintas", opina. "Estoy en un momento de mi carrera brutal, pero espero que no sea el mejor, que vaya a más". La semana pasada, antes de finalizar esta entrevista, verbalizaba un objetivo a corto plazo: "Hacer 'sold out' en Apolo y que se lie parda". Lo primero está hecho.