CRÍTICA DE CINE
'El justiciero': violencia con ironía
'Remake' del filme de Charles Bronson, justifica menos la ley del talión que critica la compra fácil de armas y los métodos en iternet para aprender a montarlas
Quim Casas
Periodista y crítico de cine
Profesor de Comunicación Audiovisual en Universidad Pompeu Fabra y docente en ESCAC, FX, Cátedra de Cine de Valladolid y Museu del Cinema de Girona. Autor de diversos libros sobre David Lynch, David Cronenberg, Jim Jarmusch, Fritz Lang, John Ford y Clint Eastwood. Miembro del Comité de Selección del Festival de Cine de San Sebastián.
Quim Casas
Cuando se anunció el proyecto de un remake a cargo de Eli Roth y Bruce Willis de El justiciero de la ciudad (1974), el filme de Michael Winner y Charles Bronson que se convirtió en epifanía reaccionaria del cine de justicieros urbanos, la expectativa ante lo que el realizador de Hostel y el actor de Jungla de cristal podían ofrecer era muy alta. Pero Roth ha suavizado las formas. Con todo, no justifica la ley del talión (unos ladrones matan a la esposa de Willis y este se convierte en azote de los delincuentes), sino que se sirve de esta historia salvaje para cuestionar, con ironía, la compra fácil de armas y los métodos en internet para aprender a montarlas y dispararlas.
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