Opinión | Análisis
Periodista y crítico de cine
Quim Casas
Periodista y crítico de cine
Profesor de Comunicación Audiovisual en Universidad Pompeu Fabra y docente en ESCAC, FX, Cátedra de Cine de Valladolid y Museu del Cinema de Girona. Autor de diversos libros sobre David Lynch, David Cronenberg, Jim Jarmusch, Fritz Lang, John Ford y Clint Eastwood. Miembro del Comité de Selección del Festival de Cine de San Sebastián.
Quim Casas
Apuestas seguras, sorpresas relativas
¿Alguien dudaba de que en la lista de las candidatas al Oscar a la mejor película iban a estar 'Dunkerque', 'Tres anuncios en las afueras' (ambas por méritos propios), 'Los archivos del Pentágono' (porque es de Spielberg y por el tema tratado ahora que la política estadounidense exterior e interior es un volcán) y 'El instante más oscuro' (porque siempre cae un 'biopic' de personaje importante)? Más inesperada y satisfactoria parece la candidatura de 'Déjame salir', una bofetada en toda regla a un determinado sistema de valores clasista y racial que aún escuece en la América profunda y no tan profunda. Responde, posiblemente, a la resaca de la multitud de nominaciones que tuvieron las películas afroamericanas en la edición del año pasado. ¿Será el nuevo 'Moonlight', aunque con suspense final?
Menos previsible, pero no chocante, es que se cuele 'El hilo invisible', la última obra de Paul Thomas Anderson, de esos directores con marchamo independiente que no molestan a los grandes ejecutivos de Hollywood. Sorprende más la candidatura de 'Lady Bird'. Sin haberla visto aún ni poder valorar su potencial, aunque atendiendo a lo que nos ha dado su directora, Greta Gerwig, en calidad de actriz, guionista y heredera del cineasta del que ahora reniega, Woody Allen, parece corresponderle la cuota femenina, ya que es la única película dirigida por una mujer que ha sido nominada en las categorías de mejor filme y mejor realización.
'Déjame salir' es una bofetada en toda regla a un sistema de valores clasista y racial que aún escuece en América
Y también extraña, para bien, 'Call me by your name'; no por sus valores, que son muchos, sino porque corresponde a un estilo de cine, por temática y por tratamiento, que no acostumbra a tener encaje en unos galardones tan ortodoxos como son a veces los Oscar. 'Maurice', la película que en 1987 realizó James Ivory –el guionista de 'Call me by your name'–, con una temática parecida, fue nominada solo al mejor vestuario. Eran otros tiempos.
'La forma del agua' cubre el expediente del cine más fantástico y personal, que siempre sienta bien en las nominaciones aunque luego lo tenga difícil para vencer en las categorías que no son de orden técnico. Si en vez de nueve candidatas fueran 10, tal vez debería estar 'The disaster artist', pero diría que el filme de James Franco no le hace mucha gracia a la Academia hollywoodiense.
Viendo la lista de nominados como mejor filme de habla no inglesa, puede entenderse, aunque duela, que quedara fuera la excelente 'Estiu 1993'. La competencia es feroz: la devastadora producción rusa 'Sin amor' (que se estrena este viernes), 'The square' (Palma de Oro en Cannes), 'En cuerpo y alma' (Oso de Oro en Berlín), la punzante cinta chilena 'Una mujer fantástica'... Y así como parece cantado el Oscar a la mejor actriz para Frances McDormand, no hay apuesta segura en el apartado de la interpretación masculina. Vean la lista y piensen quién puede ganar; mayor igualdad resulta imposible.
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