CITA CON LA HISTORIETA Y CULTURA ORIENTALES

Literatura japonesa, de las cortesanas y los samuráis a la 'murakamimanía'

La escritora Banana Yoshimoto, este lunes en el Salón del Manga de Barcelona.

La escritora Banana Yoshimoto, este lunes en el Salón del Manga de Barcelona. / periodico

ANNA ABELLA / BARCELONA

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El 91% de los japoneses lee habitualmente libros, revistas, periódicos o mangas y cada uno devora al año una media de 46 libros, mangas incluidos. Son datos de la Unesco que revela la exposición sobre literatura y cómic que puede verse en el Salón del Manga que cierra este martes sus puertas y que da idea de la sólida tradición lectora y literaria de una cultura que en el siglo XX alumbró premios Nobel como Yasunari Kawabata y Kenzaburo Oé. Un galardón que, por ahora, se le resiste a Haruki Murakami, superventas nipón por excelencia y abanderado del creciente interés que despiertan las letras japonesas en España desde el 2005, cuando Tusquets publicó su 'Tokio blues' desatando la 'murakamimanía'

Fue el momento en que las editoriales españolas empezaron también a rescatar clásicos como 'Genji Monogatari' (escrito supuestamente por Murasaki Shikibu, cortesana de la corte Heian, hacia el año 1000), en Atalanta y Destino, o 'Diarios de damas de la corte Heian' y 'Sueños y ensoñaciones de una dama de Heian', de Dama Sarashina. Fue también cuando se consolidaron las esperadas y deseadas traducciones directamente del japonés y no de ediciones francesas o inglesas como en tiempos pasados. Casi briendo escuela, así lo venía ya haciendo Tusquets desde los 90, sobre todo gracias a la traductora Lourdes Porta, con la obra de Banana Yoshimoto (debutó con ‘Kitchen’) y murakamis previos como 'Crónica del pájaro que da cuerda al mundo', escritores contemporáneos, que según su editora, Ana Estevan, significaron un “soplo de aire nuevo”. 

Otros sellos consagrados como Anagrama, Alianza, Alfaguara, Seix Barral o Siruela se sumaron a Acantilado o Alba y a jóvenes editoriales independientes como Impedimenta, Libros del Asteroide, Sajalín, Gallo Nero, Viena o Ático de los Libros para renovar la presencia en librerías de autores desaparecidos como Junichiro Tanizaki, Osamu Dazai, Yukio Mishima, Natsume Soseki, Ogai Mori, Tamiki Hara, Edowaga Ranpo o Takiji Kobayashi.    

“Si a finales del siglo XIX y principios del XX el arte occidental quedó fascinado por el japonismo, en los últimos 30 años hemos vivido un neojaponismo. Mucha gente ha ido amando esta cultura conociéndola a través de las artes marciales, el cine, la cocina, la macrobiótica, el manga, los bonsáis y la literatura”, constata, coincidiendo con Porta, Alfonso García, editor de Satori, una de las pocas editoriales que, junto a Quaterni y Chidori Books, se centran desde el 2007, 2008 y 2014 respectivamente, de forma exclusiva a publicar autores japoneses, de ayer y hoy, y títulos sobre Japón, con tiradas de entre 1.000 y 2.000 ejemplares. 

En Quaterni, sin embargo tienen un 'long-seller' claro: 'Musashi', trilogía de Eiji Yoshikawa sobre el legendario samurái (1584?-1645) y autor de 'El libro de los cinco anillos', referente de estrategia militar y artes marciales. “Hemos vendido más de 10.000 ejemplares”, señala el editor José Luis Ramírez. Su editorial lanza de 10 a 12 títulos al año -“lo que el lector que nos sigue puede asumir”- y han detectado, igual que en Satori, el “interés por la cultura popular y los mitos y leyendas japonesas”. De ahí, obras como la Guía ilustrada de monstruos y fantasmas pero también versiones en manga como 'País de nieve' de Kawabata y novelas gráficas como las de seis de las historias de terror y misterio tradicionales recopiladas por Lafcadio Hearn hace más de un siglo, editadas entre otros por Satori y Alianza. Fue “el primer occidental en dar a conocer la tradición japonesa incluso cuando ellos mismos le daban la espalda”, destaca García.

Para el editor de Satori ese interés por las letras japonesas que empezó hacia el 2005, y creció imparable hasta el 2011 manteniéndose constante hasta ahora, “no es un 'boom' comercial” sino que refleja un interés de “un público específico, aficionado y atrapado por lo japonés”. Su intención, dice García, consecuente con el significado de Satori (“iluminar”), es descubrirlo al lector que aún no lo conoce. También tienen a Yoshikawa como su ‘best-seller’, pero en su caso con los primeros dos volúmenes de nueve de su versión moderna del cantar del siglo XIII 'Heike Monogatari', ilustrados por el arquitecto Jin Taira, precisamente descendiente de una de las familias que se enfrentan en la historia clásica.   

SENTIMIENTOS Y MUNDO ONÍRICO

Satori lanzan también géneros como el erotismo, el terror, la aventura, “que no difieren tanto de lo que estamos acostumbrados a leer aquí -añade García-. Pero la literatura japonesa sí tiene un ritmo más lento que la novela occidental y es muy profunda a nivel de psicología de los personajes”. Eso, y la importancia de los sentimientos, lo reflejan también los autores más contemporáneos: además de Murakami, las dos escritoras invitadas en el Salón, Yoshimoto Mitsuyo Kakuta (de la que Galaxia Gutenberg ha publicado 'La cigarra del octavo día' y 'Ella en la otra orilla') e Hiromi Kawakami. “Banana o Murakami -opina la traductora Lourdes Porta- muestran un Japón urbano y mucho más similar al mundo occidental, aparentemente con muchos puntos de encuentro, pero a la vez es un mundo moderno con cierto misterio y onirismo. Los autores que los precedieron, como Mishima y Kawabata, presentaban un Japón más tradicional y ritual que aún existe”.