Patricio Pron: el relato perdido

En 'No derrames tus lágrimas por nadie que viva en estas calles', el escritor argentino juega hasta la extenuación con la realidad y la ficción, la verdad y la mentira, la historia y la literatura

Patricio Pron

Patricio Pron / FRANCESC CASALS

RICARDO BAIXERAS

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La producción de sentido que debería pergeñar cualquier obra literaria no siempre ha recaído en el autor. En no pocas ocasiones se ha querido hacer del procedimiento la literatura misma. ¿Qué condición, si la hubiere, debería tener una obra literaria sin autor? ¿Puede ser leído el fascismo como una condición más de lo literario?¿Y el futurismo? En una novela tan compleja como esta las respuestas no son simples. Patricio Pron (Rosario, Argentina, 1975) ha escrito un texto que vuelve sobre el pasado doloroso que ya encaró en 'El comienzo de la primavera' (2010) y que recientemente ha plasmado en forma de ensayo en el excelente 'El libro tachado. Prácticas de la negación y del silencio en la crisis de la literatura' (2014). La autoría borrada, silenciada, restringida, suspendida. Los autores y las historias perdidas, represaliadas, destruidas, bloqueadas. Los escritores anónimos, falsificadores, desaparecidos o silenciados. Todo ello cabe en este nuevo texto deslumbrante del escritor argentino.

{"zeta-legacy-despiece-vertical":{"title":"'No derrames tus l\u00e1grimas por nadie que viva en estas calles'","text":"Patricio Pron Literatura Random House 348 p\u00e1ginas. 20,90 \u20ac (E-book, 9,99 \u20ac)"}}

La trama se inicia con un Congreso de Escritores Fascitas Europeos que debía celebrarse en abril de 1945. La novela bascula a través del recuerdo que ese congreso tuvo en algunos de sus supervivientes en 1978 y a través de  la repercusión de todos esos acontecimientos durante unas protestas en 2014 en Milán. Pasado, presente y futuro se entremezclan en una suerte de libro caleidoscópico que suscita ideas literarias sobre cómo leer determinados textos, por muy aberrantes o locos que nos parezcan sus autores. Es así que es posible “concebir el relato como una totalidad que se ha perdido, o como un objeto que no pudiésemos comprender.” No se trata solo de discutir las relaciones entre política y literatura, entre vida y arte. El libro de Pron reflexiona con una lucidez poco corriente sobre cómo debemos entablar conversación con determinados textos y, en definitiva, se pregunta por cómo leer o a quién pertenece la literatura: ¿al que produce el texto o al que lo lee?

Jugando hasta la extenuación con la realidad y la ficción, la verdad y la mentira, la historia y la literatura, Pron incendia la república de las letras para decirnos que la realidad y los acontecimientos históricos que la acompañan no son inocentes. Y si el relato está perdido es porque la historia de un texto afirma una cuestión esencial que en otros tiempos pudo significar un cierto modo moral de acometer la realidad y que hoy tal vez signifique una radical afirmación intempestiva.