Los amantes que Marilyn quiso seducir (y otras 124 listas)

Las listas se han convertido en un recurso informativo en internet que suscita la curiosidad y atrae los ansiados clicks. Pero la fascinación por ellas no viene de hace cuatro días, ni son un fenómeno nacido de la era digital, como sabe cualquiera que no sepa administrar su casa sin una buena relación de tareas y compras pendientes en la puerta de la nevera. O Shaun Usher, administrador de una lista de listas, el blog Lists of Note, en el que colecciona los textos que ahora ha recogido el libro ‘Listas memorables’ (Salamandra). Las hay conocidas, como la lista de pros y contras del matrimonio de Charles Darwin, y otras que no lo son tanto, como la de hombres maduros que una joven Marilyn Monroe querría seducir. 

Por cierto, la selección de una Marilyn de 25 años merece mucho respeto: Zero Mostel, Eli Wallach, Charles Boyer, Jean Renoir, Lee Strasberg, Nick Ray, John Huston, Elia Kazan, Harry Belafonte, Yves Montand, Charles Bickford, Ernest Hemingway, Charles Laughton (sic), Clifford Odets, Dean Jagger, Arthur Miller y Albert Einstein. En más de un caso consiguió su objetivo. 

{"zeta-legacy-despiece-vertical":{"title":"Inventos y sospechas","text":"Hay listas que son programas pr\u00e1cticos, como la de\u00a0Thomas Alva Edison\u00a0\u2018Cosas en marcha y cosas por hacer\u2019: cinco p\u00e1ginas con los inventos que se propon\u00eda desarrollar (un piano el\u00e9ctrico, una tinta para ciegos, un aparato para sordos, una seda artificial, un fon\u00f3grafo de mu\u00f1eca\u2026) Otras no llevan a ninguna parte, como la que la secretaria de\u00a0John F. Kennedy\u00a0Evelyn Lincoln escribi\u00f3 horas despu\u00e9s de su muerte, enumerando los sospechosos de su asesinato: \u201cLyndon; KKK; \u2018dixiecrats\u2019; Hoffa, John Birch Society; Nixon; Diem; derechistas; CIA; dictadores; comunistas\u201d.\u00a0"}}

ENTRARON EN EL LOUVRE

Pero el mundo de las listas da para mucho más que para cotilleos. Hace ya seis años, el Louvre les dedicó una exposición a cargo del semiólogo Umberto Eco, que acabó convirtiendo la muestra en un libro, ‘El vértigo de las listas’. Eco sostenía  que “la lista es el origen de la cultura”. Es un esfuerzo de ordenar el mundo, argumentaba, hasta el punto de que “la lista no destruye la cultura, sino que la crea”. De aquí "magia irresistible”.

125 LISTAS

“Me horroriza solo pensarlo, pero un mundo sin listas supondría vivir una existencia caótica”, sostiene a su vez Shaun Usher. Entre las 125 listas que reproduce en su libro, las hay que ilustran cada una de las funciones que hacer una relación de objetos o actividades satisface en el ser humano.

Para empezar, el aspecto más utilitario de las listas. Según Usher, “nada en el mundo de capaz de atravesar con tanta eficacia la densa niebla de una desalentadora carga de trabajo” y de acabar con la “procrastinación”, o sea, el dejar las cosas para mañana.Tanto Leonardo Da Vinci como Thomas Alva Edison escribieron largas listas con los inventos e investigaciones que se ponían como objetivo.

Las listas pueden ser también el resultado de un ‘brain storming’, un volcado de ideas a lo bruto a partir del cual elegir un título, un nombre, un eslogan… Por ejemplo, las 222 ideas raras de H. P Lovecraft (del estilo "un peregrinaje terrible para buscar el oscuro reino del remoto sultán-demonio Azathoth") o los nombres que Edison descartó antes de bautizar definitivamente el fonógrafo (polífono, autófono, ligúfono, palmatófono, retrógrafo, orqueógrafo...) Aunque por supuesto, hay una función aún más básica de la lista: el recordatorio, la lista de la compra en sus numerosas variedades (en el libro hay una de Miguel Ángel ilustrada, se supone que para un criado analfabeto). Y hay también listas ansiolíticas, que nos ayudan a “controlar el aluvión” del caos que es la vida e incluso tomar decisiones Darwin tiene dos famosas listas de pros y contras, en torno al matrimonio y a embarcarse o no en el 'Beagle'.

LOS DECÁLOGOS

Yahvé, por cierto, inauguró otro género de listas: las de mandamientos (a ser posible, decálogos), manuales de instrucciones para vivir fáciles de recordar. Usher recoge el 'código cowboy' de Gene Autry ("el cowboy nunca debe disparar primero"), el decálogo para rockeras de Chrissie Hynde (Número 8: "Si cantas, no grites ni chilles. Nadie quiere oír esa mierda") o el de guitarristas de Captain Beffheart (Número 1: "Escucha los pájaros"), o el de educación infantil de Susan Sontag ("No desalentar sus fantasías infantiles"), el de la Mafia ("Nunca te veas con polis"), o los mandamientos del ateo Christopher Hitchens o del liberal Bertand Russell, la lista de 'los noes y los ten cuidado' de los productores de Hollywood en 1927 ("relaciones sexuales entre las razas blanca y negra es 'no', "compasión por los criminales" es 'ten cuidado')... Y los diccionarios son también listas (véase el de sinónimos de 'borracho' por Benjamin Franklin). 

Y finalmente, las listas que clasifican “cosas, de mejor a peor”, un ejercicio, dice Usher, que “resulta extrañamente adictivo, sin duda porque nos hace sentir cultos” (sin contar las listas convertidas en artefactos literarios, como las de Perec o Barthes). Es cierto. Llega el final de año y sus listas de ‘lo mejor de’. Prepárense para la adicción.

{"zeta-legacy-despiece-horizontal":{"title":"Blancanieves y los 50 enanitos","text":"Elegir un nombre para un personaje o un objeto es una tarea que suele empezar elaborando una lista de candidatos. Los guionistas de\u00a0Disney\u00a0bautizaron a\u00a0los siete enanitos de Blancanieves\u00a0de una lista de 50 candidatos: entre los descartados estaban Nost\u00e1lgico, Desolado, Gallito, Memo, Neuras, Cenizo, Mugriento, Caprichoso, Chalado y Yomem\u00ed. Vaya pel\u00edcula hubiese salido con este elenco.\u00a0 \u00a0"}}