Lidia Vinyes: «Mi personaje es muy Monty Python»

La joven 'mezzo' barcelonesa debuta en el Liceu con 'Benvenuto Cellini'

IMMA FERNÁNDEZ / BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Cambió el violín por la voz y se marchó a Alemania a buscarse la vida. La joven ‘mezzo’ barcelonesa Lidia Vinyes debuta en el Liceu con ‘Benvenuto Cellini’. Es Ascanio (en la función del día 16).

-Se ganaba la vida como violinista profesional hasta que un día decidió que prefería cantar. ¿Cómo fue ese tránsito? 

-Yo creo que en el fondo todos los músicos desearían cantar; dentro de cada instrumentista hay un cantante. A nivel artístico requiere más superación personal: eres tú con tu voz, no te escondes detrás de un instrumento o de una orquesta. Estudié y formé mi voz en Barcelona con el maestro Jorge Sirena y empecé a hacer audiciones de canto. Y me dijeron que tenía que decidir: violinista o cantante. Opté por la voz.

-Y se marchó a Alemania. ¿Por qué? -Con la crisis decidí ir a Alemania a aprender alemán, me gusta mucho Bach, el repertorio barroco y los oratorios. Gané el concurso de la Bachwoche en el marco de la Bachakademie Stuttgart y a partir de entonces empecé a trabajar mucho con directores muy destacados como Helmuth Rilling y Hans-Christoph Rademann.

-Debuta en el Liceu con una ópera de impacto. ¿Nerviosa?

-Me hace mucha ilusión. He actuado antes en Madrid que en mi Barcelona natal. Allí interpreté a Pirene en La Atlántida, con la Orquesta Nacional de España, invitada por Josep Pons, y también hice un Réquiem de Mozart. Benvenuto Cellini es un montaje espectacular. Admiro las películas de Gilliam y esta ópera me recuerda en algunos momentos a Brazil. Todo el trabajo del ser creativo, la crisis con la sociedad y los sentimientos, todo eso está en Brazil.

-¿Encuentra también toques de Monty Python?

-Sí, muchos. La manera de presentar al Papa, casi como una drag queen, y sus protectores es muy graciosa, muy Gilliam. Las escenas de carnaval y de pantomima son espléndidas, una maravilla.

-¿Cómo es su personaje, Ascanio?

-Es también muy Monty Python. En la ópera de Berlioz era un aprendiz de 13 años y Gilliam lo ha transformado en un chico de la alta sociedad con un lado oscuro. El director no cree en la inocencia pura de ningún personaje.

-¿Cómo valora usted el trabajo de Gilliam?

-Le gusta mucho la música, es pianista y es un gran amante de la ópera, y eso se nota. Muchos directores escénicos pasan por encima de la música, él no. Esta producción gustará incluso a la gente a la que no le gusta la ópera. No es nada tediosa. Pero no es aconsejable a menores de 10 u 11 años. Les podría impactar demasiado alguna escena.