Pere Vilà Barceló escarba en el revés de un político

El director catalán presenta 'L'artèria invisible' en Valladolid, con Nora Navas y Àlex Brendemühl

Pere Vilà Barceló, entre los actores Nora Navas y Alex Brendemühl.

Pere Vilà Barceló, entre los actores Nora Navas y Alex Brendemühl.

BEATRIZ MARTÍNEZ / VALLADOLID

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Todos tenemos una imagen pública, una cara que ofrecemos dentro del entorno social en el que nos movemos. Y después está nuestro espacio privado, nuestra intimidad, donde aflora la verdadera personalidad, donde nos comportamos como somos en realidad. Alrededor de esta dicotomía ha construido Pere Vilà Barceló (1975, Girona) su última película, L'artèria invisible, basada libremente en una novela de Joaquim Vidal a partir de la que el realizador vuelve a poner de manifiesto algunas de las ideas que ya se encontraban presentes en sus anteriores films, especialmente en La lapidación de Saint Étienne (2012).

Al director le gusta inspeccionar qué ocurre de puertas adentro para escarbar en las miserias cotidianas de sus personajes. Quizás, por eso, su cine no es cómodo de ver, porque explora en las zonas más ocultas de los seres que habitan sus ficciones. Un cine de puertas adentro. «Se supone que en nuestro hogar nos encontramos seguros, ¿pero… y si no es así?», comentaba el director en la Seminci, donde la película se ha presentado a concurso.

DOS PAREJAS / Vilà Barceló ha definido L'artéria invisible como la historia de cuatro personajes unidos por el abandono y el chantaje (emocional y económico). Dos parejas, una joven que vive en una situación precaria y necesita salir adelante de la forma que puede (ella a través de la prostitución) y una adulta y acomodada, cuya relación ha terminado estancándose en la incomunicación y la desidia, en parte debido al arrastre de sus respectivas frustraciones y obsesiones particulares. Él es un político que aspira a ocupar un cargo público (Àlex Brendemühl). Ella (Nora Navas), ha de cargar con el peso de su necesidad insatisfecha de ser madre. Entre todos ellos se establecerá un vínculo esencial, una arteria invisible. «Las personas están unidas incluso más allá de su propia existencia», continúa Pere Vilà. «Y cada uno de estos personajes intenta formar una idea de familia a partir de retazos que no son los suyos, porque todos se encuentran totalmente solos y desamparados. Ya no saben cómo quererse».

La película comienza con una serie de imágenes en las noticias que testimonian el momento de crisis económica y crispación social en la que vivimos. Pero el personaje de Brendemühl parece ajeno a ellas. «Vive en un mundo marcado por las apariencias. Se ha construido una máscara, una fachada pública y una imagen de rectitud impoluta», nos cuenta el actor, que vuelve a encarnar a uno de esos personajes misteriosos y taciturnos que desprenden tensión y violencia a través de su mirada. «Como no sé vocalizar, siempre me tocan este tipo de papeles. - bromea-. Soy especialista en silencios».

Ambos intérpretes han destacado el reto y la satisfacción que les ha supuesto trabajar bajo las órdenes de Pere Vilà Barceló. «Tiene una forma de abordar la creación muy especial», remarca Nora Novas. «Se adentra en el alma de los personajes, opera desde la poesía, como si fuera un pintor. Cada nota es una enseñanza, te vincula de una forma muy intuitiva con los estados emocionales en los que te tienes que introducir».

L'artéria invisible es una película en la que predomina el hieratismo gestual, puntuado con algunos momentos de explosión emocional tan dolorosos como perturbadores. A veces no vemos lo que ocurre, el fuera de campo nos lo impide, pero se siente como si estuviéramos presenciándolo. Sin embargo, en ocasiones, nos chocamos de bruces con la realidad en primer término. Vilà esconde, pero también enseña (como ese polémico plano de una felación). Es calmado por fuera, convulso por dentro.

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