Veteranía ejemplar

Graham Parker y su primer grupo, The Rumour, acumulan los parabienes críticos -y los fans célebres, como el director Judd Apatow, que los incluyó en carne y hueso en Si fuera fácil-, pero nunca han llegado ser estrellas. Una fatalidad no tan fatal para Parker, que parece tomárselo con humor. El sábado, en Razzmatazz 3, bromeaba por ejemplo sobre el supuesto éxito de su tema 'You can't take love for granted' (1983) en Italia. «¡Yo nunca he recibido royalties!», decía con media sonrisa. Tenerlo así, en la distancia corta, sabía un poco mal -Parker merece salas de otras dimensiones- pero también sabía a lujo. El rockero británico se hace acompañar en esta gira por Brinsley Schwarz, viejo guitarrista de The Rumour. Lujo, lo dicho.

BUEN HUMOR Y SENTIMIENTO CURATIVO / Empezó con una de sus canciones más tristes, 'Watch the moon come down', de Stick to me, su tercer disco con The Rumour. Pero el concierto fue, en general, un dechado de buen humor y sentimiento curativo. Algún acierto reciente como 'Stop cryin' about the rain', del disco de reunión 'Three chords good' (2012) y hasta algún tema todavía inédito ('Flying into London'), pero sobre todo clásicos, muchos clásicos.

De su debut 'Howlin' wind' (1976) recuperó por ejemplo la «vieja» pero no mohosa 'Between you and me' (muy Van Morrison) y 'Don't ask me questions'; de su disco quizá más conocido, 'Squeezing out sparks' (1979), joyas como la emotiva 'Love gets you twisted'; de 'The Mona Lisa's Sister' (1988), disco que en su momento vinieron a presentar Barcelona, un par de números intocables como 'Under the mask of happiness' y 'Blue highways'… Fue un repaso completo (y generoso: hora y media de actuación) a una carrera a reivindicar hasta el fin.