Leyendo Barcelona

Las novelas y los libros que hablan de la ciudad dejan para cada lector un recorrido único

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No fue Woody Allen en el 2007, ni ocho años atrás Almodóvar, los que descubrieron que Barcelona es una ciudad para explorar, para descubrir, para narrar, para disfrutar, para hacerla atractiva a miles de personas. La ciudad no necesitó que se filmara por directores de notoriedad internacional para que fuera escenario de multitud de obras. Literarias.

CUAL ES LA MEJOR MANERA DE EXPLORAR LAS CALLES DE LA CIUDAD QUE CUANDO SE LEE EN RELIEVE SUS ACERAS, PAREDES Y PERSONAS DONDE DILUIR BARCELONA REAL CON LA BARCELONA IMAGINADA

Del mismo modo que las películas muestran una ciudad realista, donde el espectador puede identificar espacios que conozca personalmente o que cuando visita la ciudad averigüe y palpe, las novelas y los libros que hablan de la ciudad dejan para cada lector un recorrido único que, a medida que se indaga, le haga materializar el mundo físico todo lo que creó su imaginario con lo leyó y así puede construir su propio relato en vivo.

Pasear por los rincones que ha narrado la literatura sobre Barcelona, se convierte en una experiencia singular y personal para quien la recorre, se desenmascaran las descripciones que los diferentes autores han hilado en las páginas que escribieron y que daban su versión de la ciudad. ¿Cuál es la mejor manera de explorar las calles de la ciudad que cuando se lee en relieve sus aceras, paredes y personas donde diluir la Barcelona real con la Barcelona imaginada. Descubrir el mundo de Pijoaparte, bajar la carretera del Carmel hasta llegar a la plaza de Sanllehy, donde imaginar aquella fiesta universitaria donde se encontraría la Maruja. O disfrutar de las fiestas de Gràcia, incluso enamorarse como lo hizo Natalia de Quimet (pero sin convertirse en Colometa, por favor). O la Barcelona negra, oscura, sucia del Raval y del detective Carvalho, o desplazarse hasta el Tibidabo con el miedo de encontrar los fantasmas que imperaban en las mansiones que narró Carlos Ruiz Zafón.

DE LA MISMA FORMA QUE LAS PELÍCULAS MUESTRAN UNA CIUDAD REALISTA, LAS NOVELAS Y LOS LIBROS QUE HABLAN DE LA CIUDAD DEJAN PARA CADA LECTOR UN RECORRIDO ÚNICO QUE, A MEDIDA QUE SE INDAGA

Una ciudad que sedujo el Quijote y que no ha cambiado mucho: "archivo de la cortesía, albergue de extranjeros, hospital de pobres, patria de los valientes, venganza de los ofendidos y correspondencia grata de firmes amistades, y en sitio y en belleza, única ". De no haber existido Barcelona, caerían libros de nuestra estantería. Por eso, Barcelona no es sólo museos, tapas, ramblas, o guías preestablecidas, también es para leerla y descubrirla.