Montjuïc, el gran museo

Muchas intenciones y mucho por definir. La idea está clara: crear un gran espacio museístico en Montjuïc. Los actores que promueven el proyecto también figuran con nombres y apellidos: la Generalitat de Catalunya, el Ayuntamiento de Barcelona, el Museu Nacional d'Art de Catalunya (MNAC), La Caixa y Fira de Barcelona. Ahora queda por concretar el cuándo, el cómo y el cuánto. Para ello, para empezar a andar y poner las bases de lo que sus promotores llaman L'Esplanada dels Museus, las cinco instituciones citadas firmaron ayer un acuerdo. La idea es convertir el espacio que va desde la avenida Francesc Ferrer i Guàrdia al Palau Nacional, en el que hay tres equipamientos culturales importantes de la ciudad -el propio MNAC, CaixaFòrum y el Pabellón Mies van der Rohe-, en algo parecido a la isla de los museos en Berlín o al barrio de los museos en Viena.

Sin embargo, concretar un calendario de actuaciones o un programa cultural es difícil porque los impulsores del proyecto afirman que lo que ayer se oficializó es «solo el compromiso de todas las instituciones a promover de forma coordinada e integral la montaña de Montjuïc como espacio cultural y patrimonial» pero que aún «está todo por decidir», incluida la financiación. De momento, la primera factura irá a cargo de La Caixa, que asumirá el montante del análisis urbanístico de la zona que el ayuntamiento ha encargado al arquitecto Josep Lluís Mateo, autor del Centre de Convencions Internacional de Barcelona y de la Filmoteca. No se trata de un proyecto. sino de estudiar cuáles son los equipamientos actuales y ver cómo estos dialogan con los espacios públicos que los envuelven, explican desde el consistorio.

UN TRASPASO ANHELADO / Lo que sí parece claro es la cesión por parte de la Fira de los pabellones de Alfonso XIII y Victoria Eugenia para fines museísticos. Un traspaso anhelado por los responsables del MNAC desde hace tiempo para crecer, sobre todo desde que la Junta de Museus eliminó los límites cronológicos que constreñían la colección a 1940. Pero ni desde la Conselleria de Cultura ni desde la pinacoteca detallan el contenido que albergarán, que tanto podrían cobijar un espacio monográfico dedicado a Gaudí, ahora inexistente, como parte de la colección permanente o exposiciones temporales del museo. Además, el convenio deja la puerta abierta al uso de los dos espacios por parte de otras instituciones, ya sean algunas de las que forman parte del acuerdo, como CaixaFòrum; o colecciones ajenas a la firma como la de Carmen Thyssen, cuyo desembarco en Barcelona sigue en punto muerto. Otra opción no descartada es albergar nuevos museos, como el de Fotografía o el de Arquitectura, centros que no existen pero de los que se ha hablado muchas veces como necesarios en una ciudad como Barcelona.

Solucionada la ordenación urbanística y la incorporación de los pabellones de la Fira, llegará la tercera fase del proyecto: crear una marca que coordine la programación cultural de los espacios y aglutine la promoción turística de Montjuïc como centro cultural, de ocio y de deporte. Y si todo funciona, y la economía lo permite, la idea es ampliar el espacio con una segunda corona de equipamientos culturales que incluiría la Fundació Joan Miró y el Museu Etnològic. Pero para esto, de momento, tampoco hay ni financiación ni calendario definidos.