El festival de cine fantástico de Catalunya

Michael Mann a la coreana

Na Hong-jin eleva el nivel del concurso con el portentoso 'thriller' 'The yellow sea'

JULIÁN GARCÍA
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The yellow sea,segunda película del coreano Na Hong-jin (The chaser), removió ayer con furia el patio de butacas del Auditori. Magníficothriller trenzado a partir de la peripecia de un falso culpable a lo Hitchcock, The yellowsease aproxima al cine de Michael Mann (Collateral) en el formidable uso del digital y su fantasmagoria nocturna, a lo que se añade un sentido de la tensión, la acción y la violencia cien por cien coreano que deja literalmente sin habla.

Pocas pistolas se ven en la función: solo primitivos cuchillos, hachas, punzones y hasta el hueso de una pierna de cordero utilizado para reventar un cráneo. Ambientada en la zona fronteriza entre Corea del Sur y China,The yellow searelata el trágico devenir de un taxista que, para pagar unas deudas, acepta asesinar a un hombre de negocios y acabará siendo perseguido tanto por la policía como por las mafias china y coreana. Una obra portentosa sobre la desesperación, la soledad y la venganza que elevó, y mucho, la nota media de la sección oficial a competición.

Casi tanto como la bajó uno de los grandes bluffs del festival:Bellflower,del debutante Evan Glodell, insufrible híbrido entre la comedia románticaindie,las películas de colegas y el onirismo alucinógeno, todo ello para relatar qué pasa entre dos jóvenes fanáticos deMad Max,los lanzallamas y el apocalipsis cuando, ay, una chica se interpone entre ellos. Mucho mejor regusto dejó la brasileñaTrabalhar cansa, de Marco Dutra y Juliana Rojas, perturbador estudio sobre los problemas laborales y la crisis económica. De forma insólita y sutil, sus autores usan recursos del terror para malear lo cotidiano y armar su reflexión.