LO MEJOR DEL AÑO

Las mejores películas españolas del 2010

La actriz Nora Navas, en 'Pa negre'.

La actriz Nora Navas, en 'Pa negre'.

por JULIÁN GARCÍA

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1 PA NEGRE. De Agustín Villaronga. Los obsesivos esfuerzos del cine español por reflexionar sobre la guerra civil y la posguerra casi siempre han sido una excusa para que los vencidos ajustaran cuentas con los vencedores. En ese sentido, Pa negre es una anomalía --como lo era, de manera distinta, la otra película sobre la posguerra de Agustí Villaronga, El mar¿, porque desdeña todo maniqueísmo para centrarse en cómo infectó moralmente el salvaje acontecimiento a ambos bandos. Aquí, todos los personajes están manchados de miseria y podredumbre, todos participan de un modo u otro de la violencia ¿detenciones arbitrarias, asesinatos infantiles, castraciones, pederastia consentida¿ que inunda la aldea catalana imaginada por el escritor Emili Teixidor. Así pues, Villaronga se lleva los tópicos del subgénero a su mundo propio e intransferible, poblado de obsesiones permanentes y una personalidad visual única.

En realidad, Pa negre puede entenderse como una película de terror, llena de presencias fantasmagóricas creadas por temerosas fantasías infantiles, de oscuras leyendas, de despertares sexuales envueltos en erotismo lúgubre, y en la que un niño se ve obligado a configurar su conciencia entre un paisaje habitado por secretos y mentiras horribles. Como resultado, negará sus raíces, su clase y a su madre, y finalmente dará con el monstruo que toda criatura, por adorable que sea, lleva dentro. Al fin y al cabo, la monstruosidad y sus ambigüedades han sido siempre el tema predilecto de Villaronga. Cine, en fin, rabiosamente personal.

2 BURIED (ENTERRADO). De Rodrigo Cortés. Durante hora y media, el director gallego nos cierra en un ataúd y nos hace sentir el calor, la falta de aire, la ira, la frustración, el miedo y el sonido de nuestros nervios destrozados uno a uno. Eso es claustrofobia.

3 BALADA TRISTE DE TROMPETA. De Álex de la Iglesia. La obra más cabreada, brutal y desquiciada de De la Iglesia. Lo patético, grotesco y explosivo del franquismo, concentrado en la atroz guerra entre dos payasos enamorados.

4 CARACREMADA. De Lluís Galter. La propuesta más radical del lote. Narrativamente elíptica, casi muda y cercana a la abstracción, Caracremada desconcierta, deslumbra e hipnotiza mientras, a su distante manera, nos adentra en la intimidad del último maquis.

5 LA MOSQUITERA. De Agustí Vila. El teatro del absurdo, el Carlos Saura de los 60 y Canino se encuentran en esta enfermiza mirada a una familia desintegrada por las adicciones, el sexo sadomasoquista, la infidelidad y el abuso.