MACRO JUICIO EN BARCELONA

Una red trasladó a mujeres desde Nigeria y las obligó a prostituirse

J. G. ALBALAT / BARCELONA

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Su clave es la XX205. Es una de las testigos protegidas que ha permitido que a partir de este martes 10 miembros de una organización de trata de mujeres para su explotación sexual se sienten en el banquillo de los acusado en la Audiencia de Barcelona. El juicio se prolongará durante más de mes. El fiscal pide para los imputados, la mayoría de nacionalidad nigeriana, penas que oscilan entre los cinco años y seis meses de prisión hasta los 23 años de cárcel. La red, que actuaba de forma jerárquica y captaba mujeres en Niegeria, actuó desde el 2007 hasta noviembre del 2012, cuando fue desarticulada.

La mujer que la justicia protege bajo la identificación  XX205 fue captada por la red en su pueblo natal en Nigeria. Allí, un miembro de la organización le hizo una oferta de trabajo en España a cambio de pagar 35.000 euros. Su precaria situación económica y las nulas posibilidades de prosperar en su país le hizo aceptar. Desembolsó inicialmente 150 euros y asumió la deuda por el resto.  Lo que no se esperaba es que el prometido trabajo no existía y ejercería la prostitución en las inmediaciones del Camp Nou de Barcelona.

Ante de llegar a la capital catalana, la mujer vivió un verdadero calvario. Fue conducida y trasladada desde Nigeria hasta la costa de Marruecos. En eses país permaneció  durante tres meses, hasta que metieron en una patera y cruzo el Estrecho de Gibraltar. Durante el trayecto, la embarcación fue interceptada por las autoridades españolas. La testigo ingresó en un centro de extranjeros. Los miembros de la organización volvieron a contactar con ella y la llevaron hasta Barcelona, donde fue alojada en diversos piso. Fue amenazada y golpeada y le retiraron el pasaporte, a la vez que se le exigió que pagara la deuda. Para ello, fue obligada a prostituirse. Cada vez entregaba a la trama 600 euros.

50.000 EUROS

Esta es una de las cinco testigos protegidas que recoge el fiscal en su escrito de acusación contra la organización de trata de seres humanos.  Todas fueron captadas en Nigeria por sus compatriotas, asumieron una deuda de 35.000 0 50.000 euros a cambio de un empleo o la promesa de formarse profesionalmente y fueron trasladadas ilegalmente a España. Algunas viajaron en avión (una vía Londres) y entraron en el país con visado de turista, otras en pateras o en zódiac.

Las mujeres no solo sufrían amenazas de muerte sobre ellas o su familiares, sino que algunas eran agredidas y dos  (una menor de edad) fueron sometidas a un ritual de vudú con la intención de atemorizarlas. La banda, además, fabricaban documentación falsa para que las mujeres pudieran ejercer la prostitución en la Rambla de Barcelona, el barrio del Raval o en los alrededores del Camp Nou. Y siempre controladas por la organización criminal.