NOTICIA PUBLICADA EL 21 DE ABRIL DEL 2011

Una expedición científica simula Marte en Río Tinto

El estudio pone a prueba un nuevo traje espacial y el robot europeo Eurobot

MICHELE CATANZARO / Barcelona

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Un astronauta se pasea en estos días en una llanura rojiza, entre Minas de Río Tinto y Nerva, dos pueblos de Huelva. Desde el lunes, esta localidad se ha convertido en un trocito del planeta Marte, a los ojos de los científicos que se han desplazado allí desde Innsbruck (Austria). Estos investigadores, integrantes de la organización de estudios espaciales Austrian Space Forum (OEWF), han escogido el entorno del Río Tinto para ensayar con todo lujo de detalles el desembarque humano en el planeta rojo. Desde los años 90 el Río Tinto ofrece su escenario para la simulación de ambientes espaciales. Sin embargo, es la primera vez que se reproduce en este entorno un desembarco humano. Además, el experimento es la primera prueba fuera de un laboratorio de Eurobot, un robot diseñado por la Agencia Espacial

Europea (ESA) para acompañar a los astronautas en misiones lunares o marcianas.

MARTE EN LA TIERRA / «El ambiente del Río Tinto es un análogo terrestre a Marte», explica Felipe Gómez, del Instituto de Astrobiología en Madrid, que colabora con el proyecto. El rojo del planeta y de los parajes del río andaluz dependen de su mineralogía, abundante en óxidos de hierro. «Es un lugar único -apunta Gernot Groemer, invertigador del OEWF y coordinador del proyecto-, lo más cercano a como podría haber sido Marte hace 3000 millones de años». Este ecosistema da cobijo a extremófilos, organismos que viven en ambientes extremos y que podrían ser un ejemplo de la vida que existió (o que podría existir actualmente) en el planeta rojo.

Cada mañana, los científicos se conectan por satélite con un centro de control en Innsbruck, luego empiezan los experimentos: el centro de control dirige las operaciones remotamente,como en una misión auténtica. El lunes se realizó la primera salida humana pero las operaciones se detuvieron el martes por un aguacero, algo que en Marte no ocurriría.

EXPERIMENTOS / Los 12 experimentos programados incluyen perforar el suelo, tomar muestras, detectar microbios y, sobre todo, poner a prueba un traje espacial de diseño innovador, el Aouda.X y estudiar la interacción entre un astronauta y el vehículo Eurobot. «Salir del laboratorio al campo te hace aprender cosas», afirma Groemer. «Por ejemplo, a los cinco minutos de llegar, todos los dispositivos estaban cubiertos de un fino polvo: si penetra puede dañarlos», explica Groemer.

Gómez y Groemer admiten que viajar al auténtico Marte no es algo que esté detrás de la esquina. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, recortó la dotación presupuestaria del plan de la NASA que tenía como objetivo ir a la Luna y Marte. Pero los investigadores vinculan este frenazo a la crisis. «No es cuestión de si iremos a Marte, sino de cuándo iremos: para esto, hay que prepararse con antelación», afirma Groemer. «Un reto más próximo sería llevar una muestra de Marte a la Tierra», propone Gómez.