EFECTOS DE LAS TORMENTAS

Adif solo cubrirá medio pozo del AVE pese a las dos inundaciones

El polémico pozo del AVE, con el primer murete de ladrilloarrancado de cuajo tras la riada de hace dos meses.

El polémico pozo del AVE, con el primer murete de ladrilloarrancado de cuajo tras la riada de hace dos meses.

FERRAN COSCULLUELA / GIRONA

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Han hecho falta la evacuación de un convoy dos inundaciones en una flamante infraestructura que ha costado casi 300 millones de euros para que el Ministerio de Fomento constate por fin que es necesario tapar el polémico pozo sur del túnel de AVE de Girona. Pero aun así, el ministerio considera que basta con cerrar una parte de este coladero gigante a cielo abierto por el que se han introducido más de 55 millones de litros de agua en sendos incidentes. El último de ellos ocurrido en la noche del pasado domingo, cuando fue necesario interrumpir el servicio entre Barcelona y Figueres después de que el agua superara el metro de altura en el interior de las galerías.

El secretario de Estado de Infraestructuras, Julio Gómez Pomar, y el secretario general de Infraestructuras, Manuel Niño, volvieron a visitar ayer la zona cero por la que penetró la riada por segunda vez para comprobar sobre el terreno lo que ya les habían advertido semanas antes los técnicos del Ayuntamiento de Girona y de la Conselleria de Territori i Sostenibilitat: el murete de bloques de hormigón con el que se sustituyó la endeble pared de ladrillos que protegía el pozo, y que fue derribada por la primera riada de septiembre, era insuficiente. Es más, el viernes pasado el consistorio hizo llegar a Adif un nuevo aviso ante la previsión de fuertes lluvias durante el fin de semana y volvió a solicitarle que tapara urgentemente el peligroso agujero. Una petición que no obtuvo respuesta.

INFORMES Y AVISOS

«Visto todo lo que ha pasado, visto que hace unas semanas se les envió un informe técnico en el que se advertía de que la inundación podía volver a pasar, como mínimo ha de haber responsabilidades políticas, porque podemos estar ante unos hechos de negligencia clara», afirmó ayer el alcalde Carles Puigdemont. Una petición que también hizo suya el conseller Santi Vila. «Esto es totalmente inadmisible y no puede quedar en buenas palabras, hay alguien que ha de asumir responsabilidades y que en los próximos días o semanas deberá presentar la dimisión», emplazó.

MEDIDAS INEFICACES

La «indignación» del alcalde y la contundencia del titular de Territori i Sostenibilitat respondían al «despropósito», en palabras de Vila, que ha supuesto la intervención de Adif en este pozo conflictivo en el que confluyen dos cursos fluviales, el río Güell y la riera de la Pabordia. Dos caudales por los que apenas circula agua la mayor parte del año pero que son auténticos torrentes cuando hay fuertes lluvias. Como dijo Puigdemont, «no hace falta ser un ingeniero ni doctor en temas hidráulicos para ver que se tiene que tapar el pozo», ya que en esta ocasión el agua ha entrado en el túnel tras sobrepasar la exigua altura del murete de hormigón.

Una constatación que ayer pareció asumir, aunque sea en parte, el secretario de Estado de Infraestructuras. «Se va a proceder a una declaración de emergencia en las actuaciones e inmediatamente se van a acometer las obras», anunció Gómez Pomar. En los próximos días se va a proceder a desviar el cauce del río Güell para devolverlo a su recorrido original (suprimiendo un pequeño meandro, un paso de vehículos y una pasarela que propician la acumulación de agua), se va a tapar la parte final del pozo y se va a canalizar el último tramo de la riera de la Pabordia para que desemboque directamente en el Güell. Tras esa primera fase, Fomento se compromete a estudiar si es necesario tapar el resto del foso, tal y como piden la Generalitat y el ayuntamiento.

Unas obras que, según el secretario de Estado, irán acompañadas de una investigación interna para aclarar «si se ha cumplido la hoja de ruta y los distintos plazos pactados con el ayuntamiento» y para determinar si las actuaciones que se han llevado a cabo «se han cumplido de una forma estricta con el fin de que no se vuelvan a producir inundaciones».

Una nueva declaración de intenciones que el alcalde de Girona acogió ayer con evidentes muestras de escepticismo tras los numerosos incumplimiento de Adif y la constatación de que el agujero del AVE de Girona aún seguirá abierto. «En algún lugar de esta maquinaria que es el Ministerio de Fomento hay un problema que hace que todo lo que políticos y técnicos acordamos, al final, no se acabe cumpliendo», sentenció Puigdemont.