DENUNCIA FAMILIAR

Ni era un sioux, ni quería a los niños

pederasta torroella

pederasta torroella / periodico

GUILLEM SÀNCHEZ / TORROELLA DE MONTGRÍ

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Una familia de Torroella de Montgrí ha contactado este miércoles con EL PERIÓDICO a raíz del caso de abusos sexuales cometidos presuntamente por el que fue durante 10 años pastor de la Iglesia Evangélica Pentecostal Unida en Europa Iglesia Evangélica Pentecostal Unida en Europaen este municipio, Lincreifer R., y por su mano derecha, Alirio P.. 

Tras conocer a través de este diario las tres denuncias que tres chicas habían interpuesto contra el predicador por delitos cometidos cuando tenían 10, 13 y 16 años, este matrimonio ha querido alertar sobre otro presunto depredador sexual que, a pesar de haber sido denunciado por cuatro víctimas durante el pasado año -su hija de 5 años es una de las denunciantes- y de haber sido detenido por los Mossos d’Esquadra, actualmente se encuentra en libertad sin ninguna medida cautelar y sigue en contacto con menores.

Se trata de Fernando L., pero se promociona como Ferran Cantetinza y finge ser descendiente de los indios americanos sioux y excombatiente de la guerra de Vietnam. A pesar de que sus rasgos encajarían con esa entelequia, en realidad es colombiano y, al parecer, huyó de Bogotá tras abusar de su sobrina, una mujer que actualmente reside en Canadá y que está dispuesta a declarar en el juzgado de instrucción número 1 de La Bisbal, cuando este acepte la solicitud presentada por el abogado que defiende a la familia. De hecho, la desesperación de estos padres reside en que el juzgado ha cambiado tres veces de magistrado durante el último año, algo que ha paralizado la causa.

"COSAS QUE NO TOCAN"

El padre de la menor ha explicado que este sospechoso era alguien muy cercano a la familia que se ganó la confianza de ambos para llevarse a la pequeña a un terreno de 10 hectáreas que este tiene en un antiguo vertedero cerca del macizo del Montgrí. Cuando su hija tenía 4 años sufrió un cambio de temperamento que les preocupó. La madre le sonsacó que se debía a que “Ferran hacía cosas que no tocan”. Esta menor relató con su lenguaje infantil las graves agresiones sexuales a las que fue sometida. El Punt Avui se hizo eco de su denuncia policial y esta, casualmente, fue leída por la sobrina de Laverde en Canadá.

El resto de denuncias las interpusieron dos mujeres de Palafrugell (el 'casal' de verano se lleva a cabo en la playa de Calella de esta localidad). Solo en una de estas tres nuevas denuncias se han declarado delitos todavía no prescritos. Las dos demandas se han unido actualmente en una única causa que avanza demasiado lento. Los padres de la niña de Torroella de Montgrí, por ejemplo, no entienden a qué esperan en La Bisbal para explorar pormenorizadamente y entrevistar adecuadamente a su hija. A su edad, lo preferible es que olvide el suceso cuanto antes, pero también les preocupa que eso ocurra porque podría acabar ayudando a su agresor. Por eso exigen premura.

MONITOR EN ACTIVO

Laverde, a sus 64 años y bajo el sobrenombre de Cantetinza, se promociona actualmente para dar charlas en guarderías y escuelas. En su página web sigue ofreciendo su cabaña y su terreno con caballos -el cebo que usó con la víctima de Torroella- a menores que quieran celebrar allí cumpleaños. En el interior de esta barraca es el lugar en el que habrían ocurrido las agresiones denunciadas. 

Las declaraciones de las víctimas, según fuentes cercanas al caso, coinciden en describir a un hombre “frío”, con gran capacidad para generar “las condiciones más propicias” para ganarse la confianza del entorno y de las menores. A todas las niñas les hacía creer que los abusos formaban parte de “un juego” que no debían revelar.

Este diario ha intentado sin éxito contactar con Laverde telefónicamente y acudiendo al terreno de la cabaña en el Montgrí. En sede judicial, Laverde negó todos los cargos que se le imputan.