El festival de cine fantástico

Un 'coscarelli' menor

'John dies at the end' defrauda ante 'Holy motors' y 'Compliance'

El director de cine Don Coscarelli, ayer, en Sitges.

El director de cine Don Coscarelli, ayer, en Sitges.

J. M. F.
SITGES

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Frente a algo comoHoly motors, casi cualquier película parece un acto de claudicación, una cobardía. El primer largo de Léos Carax en 13 años llegaba a Sitges precedido por el gran recibimiento obtenido en Cannes -donde en cualquier caso no obtuvo premio- y no decepcionó, sino todo lo contrario.

Tratar de resumirla en unas líneas se presenta como una osadía. Esto es cine infinito, un juego sin fin de dualidades, una corriente cambiante de tonos donde todo fluye de forma líquida. Todo para dar forma a un lamento por la muerte del cine y, por extensión, la identidad humana. Suena densa, peroHoly motorses divertida.

Observar en acción al transformista Denis Lavant deHoly motors-en el papel de Oscar, misterioso hombre de misiones sin lógica aparente- puede ser regocijante. Por momentos emocionante: véase su encuentro con una examante encarnada por Kylie Minogue, quien sobrecoge al cantarWho were we?mientras recorre esos grandes almacenes abandonados.

'THRILLER' ASFIXIANTE / Otra de las películas a competición,Compliance, sobrecoge aunque por motivos distintos. Nada más comenzar, un rótulo la describe como «basada en hechos reales», quizá para ayudar al espectador a no sentir incredulidad ante los hechos que sucederán a continuación. El rótulo parece una señal de inseguridad por parte del director Craig Zobel.

Inseguridad infundada: el lentocrescendode violencia psicológica deCompliancepuede helar la sangre. Cuanto menos se sepa sobre ella, casi mejor. La definiremos como unthrillerasfixiante que nos recuerda los peligros de la servidumbre del ciudadano ante la autoridad.

Frente a las dos, la proyección deJohn dies at the endtuvo ayer un poco de frustrante anticlímax. Adaptada de una novela de culto de David Wong, la película de Don Coscarelli -quien estuvo la mar de simpático recogiendo su Màquina del Temps- cruza delirio psicotrópico a lo Hunter S. Thompson, despliegue monstruoso y humor memo con eficacia solo moderada.