El Rey se blinda ante Urdangarín y le aparta de los actos oficiales

La Casa del Rey dio ayer un paso al frente para desvincular a Iñaki Urdangarín de la Corona y la jefatura del Estado, representadas por Juan Carlos I. La investigación a la que está siendo sometido el esposo de la infanta Cristina por supuesta apropiación de fondos públicos y las informaciones fundadas publicadas en la prensa han empujado al Monarca a apartar a Urdangarín de los actos oficiales en los que representaba a la Corona, labor que ha ejercido de manera habitual junto a Cristina, con la que contrajo matrimonio en 1997. La Casa del Rey considera que, a falta de que las investigaciones concluyan y los jueces se pronuncien, el duque de Palma ha tenido un comportamiento poco «ejemplar». Lo que no está claro es cuál será el papel de Cristina en las tareas de representación, una labor que, por vivir fuera de España y tener una carrera profesional propia y varios hijos, «parece razonable» que «poco a poco» vaya disminuyendo, según la Zarzuela.

Pero este gesto no es el único que Juan Carlos quiere hacer en unos momentos en que la austeridad marca las políticas públicas y privadas y en que la ciudadanía, por primera vez, ha suspendido a la Monarquía (según el sondeo del CIS de octubre). Juan Carlos también ha reclamado a sus colaboradores que den a conocer cómo ha distribuido los 8,4 millones que este año ha recibido de los presupuestos del Estado para el «sostenimiento» de su familia y el «funcionamiento» de la institución.

El día fue intenso en la Zarzuela. El jefe de la Casa del Rey, Rafael Spottorno, convocó a la prensa a una insólita reunión para comunicar las decisiones del Monarca y hacer algunas afirmaciones que revelan hasta qué punto el caso Urdangarín preocupa al jefe del Estado.

Spottorno, flanqueado por Alfonso Sanz (secretario general) y Óscar Moreno (interventor de la institución), inició su intervención aludiendo al suspenso de la Monarquía en la encuesta del CIS (realizada antes de que se conocieran los negocios de Urdangarín) y defendiendo la obligación de hacer «autocrítica». A continuación, aseguró que, en los 36 años que el Monarca lleva al frente de la institución, «nadie puede poner ninguna pega» a su trabajo, porque se ha sabido ganar el «prestigio» de los españoles. «La jefatura del Estado es unipersonal y no colectiva», dijo Spottorno en una ocasión. «La jefatura y la Corona son unipersonales», añadió en otro momento. Frases que demuestran la necesidad que siente el Rey de marcar distancias con su yerno.

LOS PILARES DE LA MONARQUÍA / El «aprecio» de la ciudadanía se debe, según el jefe de la Casa del Rey, a cuatro «valores» que Juan Carlos ha defendido: la estabilidad política, la neutralidad, la capacidad de convertir la Monarquía en un punto de referencia como encarnación del Estado, y la ejemplaridad. Y es este último valor, a juicio de Spottorno, el que peor ha representado Urdangarín.

El portavoz del Monarca lamentó el «juicio popular al mejor estilo de otras épocas», pidió que la investigación termine «cuanto antes» y defendió la presunción de inocencia, pero acabó su reflexión con una afirmación que parecía corregir lo anterior. «Ante las múltiples filtraciones confusas, reiterativas, pero suficientemente ilustrativas [publicadas sobre Urdangarín], sí tengo que decir que no me parece un comportamiento ejemplar. La Casa [del Rey] no puede ir más allá porque sería hacer un juicio injusto», dijo.

Spottorno también se encargó de comunicar el deseo del Rey de arrojar algo de luz sobre los gastos de la jefatura del Estado, una reivindicación histórica de Esquerra Republicana e IU y de la que se ha hecho eco el movimiento del 15-M. La Casa del Rey informará antes de que acabe el año de cómo el Monarca distribuye los 8,4 millones que recibe de los presupuestos, pero no se conocerá cómo se reparten otras partidas importantes que van a cargo de distintos ministerios. Es el caso de los gastos que implican la seguridad (Interior), el parque móvil (Hacienda), los empleados que mantienen los Palacios (Patrimonio Nacional), la Guardia Real (Defensa), y el salario de algunos trabajadores de la Zarzuela (Presidencia), unos costes a cargo de estos departamentos que la Casa del Rey está ahora estudiando cómo puede reducir.