Rajoy admite que debe «explicar mejor» su visión sobre Catalunya

Rajoy, junto a los líderes de Alemania, la Comisión Europea, Italia, Francia, EEUU y Reino Unido, el sábado en Brisbane.

Rajoy, junto a los líderes de Alemania, la Comisión Europea, Italia, Francia, EEUU y Reino Unido, el sábado en Brisbane. / nie FOB

EL PERIÓDICO / BRISBANE / MADRID

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Apenas unas horas después de comparecer ante la prensa el pasado miércoles para fijar la posición del Gobierno tras la celebración del 9-N, Mariano Rajoy subió al avión que le trasladó a Australia para participar en la cumbre del G-20. Tal como explicó ayer EL PERIÓDICO, el jefe del Ejecutivo se comprometió entonces ante miembros de su entorno más próximo a volver de Australia con alguna respuesta nueva para intentar hallar una salida al conflicto catalán. Ayer, Rajoy empezó a enseñar algunas cartas. Adelantó que hoy mismo responderá a la misiva que Artur Mas le envió después del 9-N y anunció una inminente visita a Catalunya con el fin de «explicar mejor que hasta ahora» su posición y los argumentos que la sustentan.

El presidente del Gobierno aprovechó una conferencia de prensa al término de la reunión del G-20 que se celebró en la ciudad australiana de Brisbane para explicar algunos de sus planes más inmediatos respecto a Catalunya. Su primer gesto, dijo, será dar respuesta a la carta en la que Mas le solicitaba un «diálogo permanente» entre los dos gobiernos y le instaba a negociar las condiciones para la celebración de una «consulta definitiva». Rajoy señaló que insistirá en su negativa a «dialogar sobre la soberanía nacional» y a propiciar un «referéndum ilegal», pero a partir de ahí, añadió, su obligación es «atender» los temas que le plantea cualquier presidente autonómico e intentar resolverlos.

Sobre su próxima visita a Catalunya, a la que pondrá fecha a partir de hoy mismo, señaló que no tiene intención de poner en marcha una campaña informativa especial, pero sí asumió que «lógicamente» deberá «explicar mejor que hasta ahora» su posición. En este sentido, apuntó que piensa centrar su discurso en la situación económica: «Voy a explicar a los catalanes que tenemos un buen momento para superar varios años de crecimiento negativo en el país y que ahora es el momento para consolidar todas la políticas».

ARGUMENTOS PARA EL 'NO'

ARGUMENTOS PARA EL 'NO'El propósito, por tanto, no parece ser tanto ofrecer una propuesta alternativa como nutrir de argumentos a los partidarios de no alterar el actual estatus político de Catalunya. «Voy a decirles -continuó- que no quiero que tengan que elegir entre ser catalanes o españoles. Que no quiero expulsarles de Europa, del euro o del G-20, que quiero que estén integrados con nosotros, porque el mundo de hoy no es un mundo en que convenga a nadie estar aislado». Y añadió que piensa insistir en el mensaje de que a Catalunya le ha ido bien cuando ha tenido dirigentes que han buscado el acuerdo y el pacto».

Rajoy reiteró asimismo que respeta la autonomía de la Fiscalía General del Estado, respecto a las investigaciones en torno a la posible comisión de algún delito en la consulta del pasado 9 de noviembre, y garantizó que no ha habido «ningún tipo de presión», ni por parte del Gobierno ni del PP. «No sé si por otras personas y con qué intención ha podido haber presiones», agregó.

Al ser interpelado sobre si, con independencia de la actuación de la fiscalía, él cree que Mas o el Govern pudieron cometer un delito, el jefe del Ejecutivo subrayó que no es juez ni fiscal y no le corresponde calificar las conductas. Rajoy volvió a mostrarse convencido de que, ante el 9-N, su Gobierno «hizo lo que tenía que hacer» porque defendió la legalidad acudiendo al Tribunal Constitucional y actuando «de forma proporcionada y con sensatez».