La gestión del Ejecutivo catalán

Mas presiona a Montoro para lograr que el déficit sea superior al 1,7%

El 'president' Artur Mas, ayer, en la rueda de prensa que ofreció en el Palau de la Generalitat

El 'president' Artur Mas, ayer, en la rueda de prensa que ofreció en el Palau de la Generalitat

XABIER BARRENA / RAFA JULVE
BARCELONA

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El 6 de agosto, cuando se hayan completado 217 días de este 2013, el Govern decidirá si impulsa unos presupuestos nuevos para este año o bien opta por la prórroga definitiva de los del 2012. Entonces, el Ejecutivo catalán ya habrá digerido cuál será el límite de déficit que el Consejo de Política Fiscal y Financiera decidirá mañana. Las apuestas sobre el techo previsto se sitúan ahora entre el 1,7% (que Artur Mas ya ha calificado de insuficiente) y el 1,9%, cifra muy cercana al 1,96% con el que la Generalitat cerró el ejercicio del 2012. El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ya adelantó que no permitirá un déficit para el 2013 igual o superior al del año pasado. Hace dos semanas se reunió con elconsellerde Economia, Andreu Mas-Colell, para intentar acercar posiciones. Desde entonces han mantenido un «contacto fluido», según fuentes del departamento, que advirtieron de que ahora todo depende del ministro, a quien elpresidentpresionó ayer para que abra más la mano.

EL DÉFICIT DEL 2012 / La prórroga (temporal) de las cuentas se adoptó como medida de presión del Govern ante el Estado por la imposibilidad de cuadrar unas cifras con un déficit del 0,7% a menos que se emprendieran grandes recortes que «pondrían en peligro el Estado del bienestar», según el Ejecutivo catalán. Ese 0,7% quedó ya superado cuando la Comisión Europea aflojó en mayo la soga al Estado y permitió un déficit del 6,3% para este 2013 (1,8 puntos más de los previstos inicialmente). Teniendo en cuenta que el desfase final de la Generalitat en el 2012 fue del 1,96%, (cifras maquilladas con la privatización de ATLL, que permitió rebajar cinco décimas), esos casi 1,3 puntos de menos significaban unos 2.600 millones de euros de recortes adicionales a los que ya se hicieron en el 2011 y el 2012, a razón de 200 millones por décima. Entonces ya quedó claro, con unas palabras del ministro de Hacienda, que el nuevo tope sería superior al 1,2% del PIB. Muy insuficiente aún tanto para el Govern como por sus socios de ERC.

Los republicanos, siempre temerosos de que se les pueda echar en cara ser los coautores intelectuales de una nueva tanda de recortes, los terceros, han afirmado siempre que no acatarían un nuevo déficit inferior al 1,96% del 2012, aunque ahora aceptan negociar, según aseguró el domingo su secretaria general, Marta Rovira.

En la postura contraria, la presidenta del PPC, Alicia Sánchez-Camacho, solicitó ayer a Montoro un tope del 1,5 al 1,7%. Camacho aseguró que el Gobierno central está haciendo «esfuerzos» para aplicar un «déficit asimétrico a las autonomías» tras las reclamaciones de los populares catalanes. El portavoz del partido, Enric Millo, participó la semana pasada en una reunión de trabajo con el ministro en la que siguió abundando en esa cuestión, que no gusta a varias comunidades de todo color político. En todo caso, aquel cónclave popular evidencia que los conservadores catalanes no apuntan hacia unas cifras a voleo. Tampoco descartan del todo que Montoro acabe llegando al 1,8%, pero lo ven «más difícil». Y el 1,96%, «imposible».

CIFRA INSUFICIENTE /Mas replicó ayer mismo que el 1,7% de techo es «insuficiente» ya que significaría tener que adoptar nuevos recortes. Tampoco se ahorró críticas al PPC por no haber reclamado una mayor flexibilidad al Ejecutivo central, a lo que Camacho le respondió que lo que debe hacer el Govern es ser «leal» al Estado y aprobar los presupuestos del 2013 porque «ya no tiene excusas». El PSC también reiteró su exigencia al Govern para que presente las cuentas cuantos antes e ICV-EUiA hizo lo mismo, pero en un tono muy distinto: reclamó alpresidentque desobedezca cualquier tipo de techo que Montoro decida aplicar.