Las otras urnas del 25-M

La consulta soberanista del 9 de noviembre centra la mayor parte del debate político en Catalunya. Sin embargo, y coincidiendo con las elecciones europeas, una serie de colectivos de raíz ecologista y de izquierdas pondrán sobre la mesa -nunca mejor dicho- unas decenas de urnas para celebrar otras consultas el próximo día 25. Es lo que denominan el multireferendo.

La iniciativa nació, según sus promotores, de un desencanto. El que se llevaron los colectivos que impulsaron una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) sobre los alimentos transgénicos. El Parlament dio carpetazo al asunto pese a que sus impulsores lograron más de 100.000 firmas de apoyo. CiU, PSC y PP rechazaron tramitar esta  iniciativa promovida por Som el que sembrem.

Precisamente este es uno de los colectivos que, junto a la Plataforma Auditoria del Deute; la CUP; la Xarxa per la Sobirania Energètica; Aturem Barcelona World y los colectivos contrarios a la MAT de Girona, llevan meses preparando: un multireferendo para el próximo día 25.

No, no hay problemas legales siempre que se mantengan a distancia de las urnas de las europeas y no hagan propaganda de ningún candidato al Parlamento europeo.

Ayer fue uno de los días grandes de la iniciativa, porque en el distrito barcelonés de Nou Barris reunieron a buena parte de las asociaciones promotoras para hacer un ensayo de lo que pretenden que suceda el día 25. Su mensaje tiene que ver con el de la consulta soberanista de noviembre pero sin petición de permiso al Estado: «Está muy fijado en la mente de los políticos que la democracia representativa es la que es y lo demás es decoración; no, hemos de ir a una democracia semidirecta», reivindica Verónica Miró, que forma parte del grupo promotor del multireferendo.

Todo el proceso se basa en el voluntariado. Tanto la base económica de la organización como la constitución de las mesas electorales. El colectivo confía en poder plantar más de 200. La identificación se hará mediante el DNI, y un sistema informático en red impedirá que un ciudadano pueda votar más de una vez. Las preguntas girarán en torno a los transgénicos, la deuda pública, la soberanía energética y la necesidad de mejorar la Iniciativa Legislativa Popular.

Además, a nivel local, se preguntará sobre el proyecto BCN World, en las comarcas de Tarragona; sobre la línea de la MAT en Girona y en relación al control del servicio de abastecimiento de agua en las comarcas de Lleida.

Solo el voto

Los promotores expresan su ilusión respecto a esta experiencia. «Si hubiera mecanismos de intervención más directa por parte de la gente, sería más fácil que aumentara la implicación política de la ciudadanía y así disminuiría la desafección», argumenta Miró.

Ayer en Nou Barris, los iniciadores de esta propuesta celebraron un debate con la presencia de destacadas líderes de los movimientos sociales, como Itziar González (impulsora del Parlament Ciutadà) y Ada Colau (exportavoz de la PAH). La justificación de este tipo de mecanismos participativos es, a juicio de Miró, lógica: «Ciertos poderes económicos y lobis tienen una incidencia muy fácil sobre el poder político, y desde la sociedad civil sólo tenemos el voto». Quién sabe si el del 25  será el primer ensayo de más actos de soberanía, como el del 9 de noviembre u otros.