JxSí y la CUP buscan fórmulas para mantener a Mas en la primera línea

Los diputados y diputadas de Junts pel Sí, tras su primera reunión en el Parlament.

Los diputados y diputadas de Junts pel Sí, tras su primera reunión en el Parlament.

XABIER BARRENA / FIDEL MASREAL / BARCELONA

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Junts pel Sí y la CUP se están aplicando en la tarea de buscar fórmulas imaginativas con las que salvar el gran escollo en sus negociaciones. Y el obstáculo no es otro que la presencia o no de Artur Mas en el Govern y desempeñando algún papel o cargo oficialmente asimilable al de president. Por un lado, la CUP se avino ayer a que Mas ejerciera de jefe del Ejecutivo, pero, eso sí, formando parte de una presidencia «coral», junto con otros dos o tres líderes. En las trincheras de Junts pel Sí, por su parte, sin abandonar la innegociabilidad de la presencia de Mas en el nuevo Govern -sobre todo ahora, en pleno martiriopor el 9-N-, hay quien sopesa la modificación del rol de president para atenuar sus competencias ejecutivas e introducir una suerte de bicefalia. Algo parecido a lo que sucede en las repúblicas de Alemania e Italia, donde el presidente y jefe de Estado no es el presidente del Gobierno.

Y entre las dos vías, la alemana y la italiana, la que más gusta es la segunda por cuanto permite que la figura del presidente del Consiglio (el primer ministro, que en Catalunya sería un conseller en cap) no sea necesariamente alguien elegido como diputado en las urnas. Sucedió con el gobierno técnico del democristiano Enrico Letta y sucede en la actualidad con el demócrata Matteo Renzi.

Las ventajas de esta solución son evidentes. No se humilla a Mas arrancándole del uniforme las charreteras y los galones justamente ahora, cuando se dispone a declarar ante el TJSC en calidad de imputado por el sucedáneo de consulta del año pasado. Justamente esta situación había provocado en la CUP alguna disparidad de opiniones, como por ejemplo la expresada por el diputado electo Julià de Jódar en favor de no dejar de lado a Mas.

Con todo, lo que ayer recorrió las redes sociales como la pólvora fue la propuesta de la diputada electa Anna Gabriel en Catalunya Ràdio. La número dos de la CUP el 27-S abogó por una presidencia «coral», con «tres o cuatro perfiles con un peso equivalente» que compartan el poder. Se hace difícil hallar un ejemplo de presidencia colegiada en el mundo, con lo que de esa propuesta cabe extraer la voluntad de mantener a Mas en la primera línea, aunque despojándolo de la autoridad única en la toma de decisiones.

Gabriel afirmó que en ningún momento su fuerza «ha pedido la muerte política de Mas», pero también exhortó a CDC a «no emitir la señal de que el proceso está en peligro por una sola persona». La CUP desea, de hecho, un formato de gobierno «menos presidencialista», que refleje la «transversalidad del independentismo», según aseveró la diputada electa, que abogó por la inclusión de mujeres en ese primer núcleo de poder. El consejo político de la CUP, órgano de una sesentena de miembros que coordina a todas las asambleas locales, se reunirá este sábado en Montesquiu (Osona) para debatir una propuesta de negociación no solo con Junts pel Sí sino también con Catalunya Sí que es Pot y entidades civiles.

El enroque en la cuestión Mas podría haber forzado a las partes a dejar para el final el espinoso tema, y avanzar en el resto de puntos. Así, la CUP defiende «blindar un punto de no retorno», dijo Gabriel. Por ejemplo, intenta convencer a JxSí de la conveniencia de aprobar una declaración no sólo de inicio del proceso hacia la independencia en el Parlament, al inicio de la legislatura, sino que también «establezca una batería de propuestas para la desconexión» de España, entre ellas desobedecer a la ley Wert

Convergència ha decretado silencio. Pero la consigna es la de defender lo acordado con ERC en la génesis de Junts pel Sí: Mas es el candidato a president. Y no descartan la hipótesis de otras elecciones. Lo cual significa no descartar la guerra nuclear total, la implosión del proceso, la tesis Aznar. En cambio, diputados electos de Junts pel Sí que no están ni en ERC ni en CDC no ven para nada disparatada la tesis de la CUP de un Govern plural. Es más, argumentan que esta y no otra es la fórmula de Junts pel Sí para ampliar al máximo el abanico de votos independentistas. La candidatura ha contado con una imagen coral, con mensajes corales, con procedencia corales y probablemente se organizará en el Parlament de forma coral. «Se trataría solo de trasladar esta pluralidad al Govern y hay fórmulas posibles», argumenta una voz integrante de la lista. «Hemos de avanzarnos para que no parezca que lo hacemos a remolque de la CUP», añade.