Las tensiones del modelo autonómico

Guindos condiciona el rescate a que Catalunya cumpla con el déficit

El ministro de Economía, Luis de Guindos, ayer, en la sede del PP, en Madrid.

El ministro de Economía, Luis de Guindos, ayer, en la sede del PP, en Madrid.

RAFA JULVE
BARCELONA

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Suele ser habitual que algunas medidas de fuerte trascendencia económica se anuncien en fin de semana para evitar una sacudida inmediata los mercados. El Gobierno español no lo hizo en el caso de la nacionalización de Bankia (lo comunicó un miércoles de mayo ) y la bolsa tembló al día siguiente. En cambio, sí fue un sábado (de junio) cuando formalizó su petición a Bruselas para rescatar a la banca con una línea de crédito que será de 60.000 millones. Se trata, cierto, de situaciones incomparables con la solicitud de adhesión al fondo de liquidez efectuada ayer por el Ejecutivo de Artur Mas. En este caso, el asunto concierne a dos administraciones del mismo Estado, pero también tiene sus efectos en las finanzas. ¿O no es por eso que la prima de riesgo española se disparó ayer hasta los 520 puntos y la prensa internacional hizo un extenso seguimiento (elFinancial Timesafirmaba que «se aviva el temor por la deuda española»)?

Al ministro de Economía, Luis de Guindos, le faltó tiempo para intentar calmar a los inversores -entre otros- al advertir de que la operación comportará la «obligación fundamental» de cumplir con el objetivo de déficit fijado para este año: el 1,5% del PIB. El Govern quiso entender con ello que no habrá contrapartidas nuevas, pero la oposición insistió en que se avecinan más recortes.

A mediados de agosto, antes de conocerse la cifra exacta que requiere Catalunya, 5.023 millones de euros para refinanciar los vencimientos de deuda, un informe de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) concluía que Catalunya no bajaría este año de un déficit del 2,5%. El tiempo - quedan cuatro meses para fin de año- dirá si la inyección del fondo es suficiente para bajar ese punto más o si el Ejecutivo de CiU tiene que sacar la tijera.

Cabe recordar que la ley de estabilidad presupuestaria impulsada por el PP ya especifica que el rescate puede implicar ajustes «extraordinarios». Los nacionalistas, que avalaron la norma, presentaron ayer en el Congreso una enmienda a la totalidad al proyecto de ley que modifica los requisitos para acceder al rescate. Opinan que favorece «la recentralización» y es «un cheque en blanco» para que Hacienda exija más ajustes. El Govern de Mas dice que no se plantea nuevos recortes, aunque ninguno de sus dirigentes lo descarta rotundamente. En todo caso, siempre le queda el recurso que ayer empleó su portavoz, Francesc Homs, quien aseguró que el rescate servirá para «pagar la deuda del tripartito». Y cuanto antes, mejor, porque si el dinero no llega en septiembre, dijo, «el problema será mayúsculo».

DICTADOS DE BRUSELAS / Las prisas de la Generalitat ya las conocía el Ministerio de Economía hace meses. Guindos aseguró ayer que si el fondo se dotó de 18.000 millones de euros fue porque se sabía que Catalunya se adheriría a él. También aprovechó para agradecer los «esfuerzos» que hace y «continuará haciendo» la Generalitat, ajustes todos encaminados a rebajar el déficit y contentar a Bruselas. Porque la Comisión Europea está mirando con lupa. «Esa petición de ayuda está sujeta a condiciones estrictas presupuestarias, lo que está en línea con nuestras recomendaciones para España», advirtió el portavoz de Asuntos Económicos y Monetarios de la CE, Simon O'Connor.

Esas «condiciones estrictas presupuestarias» fueron interpretadas por la vicesecretaria federal del PSOE, Elena Valenciano, como el presagio de nuevos recortes. Para intentar sacar algo más en claro, el PSC y ERC, que exhortaron ayer a CiU «a dejar de culpar por todo al tripartito y no mirar por el retrovisor», pedirán que elconsellerde Economia, Andreu Mas-Colell, comparezca en el Parlament. ICV-EUiA exige que lo haga Mas.