El debate de política general

El Govern desvía a Madrid la aprobación de la tasa para ricos

Mas anuncia, sin concretar, futuras privatizaciones como la del aeropuerto

El 'conseller' de Economia, Andreu Mas-Colell, ayer en el Parlament.

El 'conseller' de Economia, Andreu Mas-Colell, ayer en el Parlament.

FIDEL MASREAL
BARCELONA

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Se trata de compensar los recortes sociales que aplica la Generalitat con una «bofetadita» temporal a los ricos. Así definía un dirigente de CiU uno de los anuncios estrella de Artur Mas en el debate de política general, el de un impuesto para las grandes fortunas. A esa visión tacticista hay que añadir que a medida que pasaron las horas desde el anuncio formulado por el president el martes, más claro quedaba que todo se reduce a proponer al Gobierno central que cree este tributo en toda España, en lugar de implantarlo solo en Catalunya y arriesgarse a que los afectados muevan su domicilio fiscal.

Más allá de sugerir que se propone el impuesto a las rentas de más de 500.000 euros anuales, las voces del Govern consultadas no ofrecían má detalles. El conseller de Economia, Andreu Mas-Colell, evitó concretar si el Govern dispone de margen para crear este tributo en Catalunya si el Gobierno central no lo implanta. Y afirmó que lo ideal sería que la medida se adoptara en toda Europa.

También Artur Mas, a medida que aparecía la cuestión a lo largo del debate parlamentario, iba diluyendo la inmediatez y concreción del impuesto. En una réplica al PPC, afirmó que el tributo se tiene que «impulsar» desde Catalunya y aprobar en todo el Estado. Pero añadió, para evitar situarse en el club de los partidarios de subir impuestos, que «esto no es subir la presión fiscal».

De hecho, el líder del grupo más claramente favorable a subir impuestos, Joan Herrera, de ICV-EUiA, expresó su sospecha de que el anuncio de Mas sea como los del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, «un anzuelo inconcreto». Y Artur Mas, en su réplica, pareció abonar la tesis de que el impuesto a grandes fortunas es más bien una idea que una propuesta: «La Generalitat no puede hacerlo directamente, creo. Creo. Lo miraremos a fondo. Y si no lo podemos hacer nosotros, lo propondremos, y quizá con su apoyo», dijo en alusión a ICV.

MÁS PRIVATIZACIONES / El president también lanzó ayer una idea que se quedó en la inconcreción. Consiste en la privatización de algún servicio público de la Generalitat para seguir haciendo frente a la necesidad de ingresos. En su debate con la líder del PPC, Alicia Sánchez-Camacho, el president no quiso pasar por menos liberal. «El actual Govern irá en la línea de las privatizaciones, se trata no solo reducir estructuras internas, sino también identificar cosas que se puedan llegar a priorizar, que tengan sentido económico y sin perder sentido social».

Y se quedó ahí, sin concretar más allá del «lo estamos estudiando». Solo puso como ejemplo de privatizaciones ya ejecutadas el caso del proceso de gestión privada de aeropuertos como el de El Prat. «Iremos más allá de lo que usted piensa», añadió el president.