LOS EFECTOS DE LA CUMBRE en el palau

El cambio de cromos de Mas

CamEquiscip ismolo bore c'PPPPPam, susci ero digna augue

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XABIER
Barrena

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La unidad es un concepto muy valorado en sí mismo. En dogma católico, Dios es unitrino. En el lema fundacional de los EEUU, E Pluribus Unum (De muchos, uno). Obviamente en la Constitución española, título preliminar, con el añadido de que aquí, además, la unidad es «indisoluble». Y, ahora, también, en el proceso catalán por la consulta. La cumbre del viernes del frente soberanista sirvió, básicamente, para preservarla. No es que la unidad catalana hasta ahora haya dado grandes frutos, si el análisis se ciñe a la actuación del Estado , pero si parece que, si el motor del proceso al 9-N es la ciudadanía, el que los partidos vayan todos a una, es una buena gasolina. Ni que sea porque la división descompondría las actuales prietas filas. Para llegar a esa tan deseada unidad, otra cosa es ver para qué se quiere, Artur Mas tuvo que cambiar cromos.

La decisión del Govern de acatar rápidamente la providencia del Tribunal Constitucional y la tormentosa conversación entre Mas y Oriol Junqueras del miércoles marcaron el inicio de la cumbre. Según fuentes conocedoras de lo que se vivió en el Palau de la Generalitat, el ambiente, en las primeras horas, fue hosco y tenso. Hubo críticas enervadas, por parte de ERCICV y CUP, a la acción de la vicepresidenta Joana Ortega y del conseller Francesc Homs. Junqueras cargó, incluso, contra Mas, en un par de momentos. «Mas ponía excusas de carácter logístico y material para dar a entender que la realización de la consulta era muy difícil» .

Entonces, poco antes de comer, el president empezó a abrir la mano en cuanto a la reactivación de las medidas suspendidas. Justo antes de empezar la reunión se había publicado el decreto de creación de lo que vendría a ser la junta electoral del 9-N, y se accedió a volver a emitir la campaña de difusión de la consulta por TV (ver despiece). Además, los partidos empujaron para que se tomen medidas para retomar la organización del censo electoral, el punto más vigilado por la Fiscalía. En una muestra palpable de la desconfianza de los tres partidos de izquierda en el Govern, se acordó crear una comisión de seguimiento de las acciones del Ejecutivo catalán. «Volvimos a salvar el 9-N» apuntó una fuente de uno de estos partidos de izquierda, otorgando el mérito a los tres.

Para unos se salvaguardó la unidad y para otros, el 9-N. Que no es lo mismo pero es igual. En el acto de los alcaldes del sábado en el Palau de la Generalitat el concepto de la unidad, fue el más repetido por todos los oradores. Como lo fue tras la última Diada. ¿Unidad para qué?

LA VIDA DEL PROCESO / Fuentes cercanas al Govern señalan que al proceso hacia la consulta le quedan entre siete y 10 días de vida. Serán motivos prácticos y logísticos los que obligarán a echar el cierre, más allá de que se promueva alguna voluntariosa iniciativa a lo Arenys de Munt (se habló de ello en la cumbre). El culpable, obviamente, según el Govern, será el Estado, y la respuesta del president será la convocatoria de elecciones anticipadas para febrero. ¿Y cuál es la lógica continuación de la unidad preservada el viernes, según Mas? La lista conjunta con ERC, que no única, porque tanto ICV-EUiA como la CUP, no solo se hallan en polos ideológicos opuestos, sino que tampoco quieren ni oír hablar de ello. Fuentes republicanas se lamentan de que, por ejemplo, las representantes de la sociedad civil independentista organizada, Carme Forcadell Muriel Casals (ensalzadas ambas por el Govern), hayan abogado por la lista conjunta, en lugar de pedir que, llegado el momento, se garantice la declaración unilateral de independencia (DUI). Quizá porque Mas no quiere ni oír hablar de una DUI. Además, en su hoja de ruta se encuentra la victoria de la lista conjunta para promover una secesión pactada vía reforma constitucional (nada menos).

Esta última salida, por cierto, no se halla entre las cinco que propuso el Consell Assessor per la Transició Nacional, que sí incluye la DUI. «Salimos cuatro (partidos) para Itaca. Avanzado el viaje, el capitán (Mas) lanza por la borda a dos (ICV-EUiA y CUP) y dice que llegará a la isla griega pasando por Madrid». Ese es el resumen que hacía uno de los partidos de izquierda de las ambiciones electorales de Mas.

ERC es consciente de que cuanto mayor valor se dé a la unidad en sí, más difícil le será escaparse de la lista conjunta, algo que ven con horror. Pero su objetivo es el 9-N. Así pues, todo el mundo quedó contento, el viernes, con el cambio de cromos: reactivación del 9-N a cambio de unidad. «Volvemos a estar unidos. No ha sido fácil ni lo será. A ver como va» dijo a este diario uno de los participantes en la cumbre.