El Ayuntamiento de Barcelona vuelve a apoyar el homenaje a Salvador Allende

El último mensaje radiofónico de Salvador Allende, mientras los militares sublevados bombardeaban el palacio de la Moneda, ha vuelto a escucharse en la plaza que lleva su nombre desde hace 30 años. El homenaje al presidente chileno en el día en que también se conmemora el aniversario del golpe militar contra el Gobierno de Unidad Popular ha tenido este año la presencia de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y del presidente y la concejal del distrito de Horta-Guinardó, Jaume Collboni y Mercedes Vidal, y la participación institucional del municipio en la convocatoria, algo que no sucedió durante los cuatro años de Gobierno de CiU, reemprendiendo una tradicion iniciada durante los gobiernos municipales de Maragall, Clos y Hereu.

Durante el último mandato de CiU, la postura del gobierno municipal fue considerar que esta conmemoración era únicamente una iniciativa de la sociedad civil, pero no institucional, con lo que su presencia se limitó a la de un consejero de distrito.

El presidente del Centro Salvador Allende de Barcelona, Eulogio Dávalos, ha celebrado el cambio de postura municipal y también que, cuando otra vez los refugiados políticos tienen necesidad de encontrar países que les acojan, como sucedió con los exiliados republicanos en Chile, o los chilenos en 1973, "Barcelona sea de nuevo una ciudad de acogida y muestra su cara más solidaria".

En el acto han subido al escenario representantes de comite civico organizador del acto (diversas asociaciones del distrito y del exilio chileno, Casa Amèrica, sindicatos y militantes anónimos del PSC, ERC, ICV y EUiA) y el cantante Joan Manuel Serrat, mientras que los políticos presentes, como Ada Colau, Jaume Collboni, Miquel Iceta, Lluís Rabell y Gerardo Pisarello, se han limitado a seguir el acto desde la plaza y partipar en la ofrenda floral al busto de Allende.

ALLENDE, REFERENTE DE LA IZQUIERDA

Allende es un referente ideológico de la izquierda en España. Tras el golpe de Estado de 1973, la imagen de la sede de la presidencia de Chile, La Moneda, bombardeada y en llamas, dio la vuelta al mundo y simbolizó desde un comienzo la brutalidad de un régimen que se erigía frente a una revitalizadora experiencia chilena, un camino original y democrático de búsqueda de la construcción del socialismo. Allende es el emblema de esas nuevas corrientes de izquierdas, el entonces bautizado como eurocomunismo, que había visto en la Unidad Popular chilena un referente alternativo para recuperar derechos democráticos, frente a la vía de los socialismos heredados impregnados de toques autoritarios.