Análisis

¿Unas elecciones primarias de éxito?

ASTRID BARRIO

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La derrota electoral experimentada por el PSC en Barcelona tras 32 años al frente del ayuntamiento, junto con la creciente presión de una parte de la ciudadanía que reclama partidos más abiertos y más participativos, han llevado al partido socialista a ensayar unas elecciones primarias abiertas para elegir al futuro candidato a la alcaldía. El objetivo era volver a conectar con el elector barcelonés y movilizarlo, y en este sentido parece que se ha logrado.

Incentivos para la movilización no han faltado, ya que con cinco candidatos en disputa el proceso no solamente ha sido altamente competitivo sino también muy abierto: ningún candidato partía como claro favorito y todos han contado con apoyos internos y externos diversos. Y aunque se podía esperar que una mayor participación de los miembro del partido (militantes o simpatizantes) favoreciese a los candidatos más vinculados a la línea oficial como Jaume Collboni o Carmen Andrés, y que una mayor participación de personas sin vinculación al partido beneficiase a aquellos candidatos más críticos con la línea oficial como Jordi Martí, Laia Bonet o Rocío Martínez-Sampere, el resultado no ha sido este. Aunque el grupo que más se ha movilizado ha sido el de no adscritos, los candidatos vencedores de la primera vuelta no han sido los más heterodoxos sino más bien los oficialistas, también precisamente aquellos que menos se han referido al proceso soberanista durante la campaña.

Gestionar la victoria

Ahora bien, que el sábado que viene haya una segunda vuelta va a depender de la lectura interna de los resultados, ya que en el fondo la disputa entre Jaume Collboni y Carmen Andrés no enfrenta modelos contrapuestos. En este sentido, y a tenor de la notable distancia entre el primero y el segundo, no es descartable un acuerdo y que la segunda candidata opte por retirarse. No hay que olvidar que las elecciones primarias solamente deciden el cabeza de lista, y aunque los candidatos hayan hecho propuestas para tratar de diferenciarse los unos de los otros y representen sensibilidades diferentes, lo cierto es que el programa no lo deciden ellos sino el partido, al igual que también decide el resto de integrantes de la candidatura.

¿Querrán acompañar los candidatos perdedores al ganador? ¿Se les ofrecerá? ¿Será posible un acuerdo integrador? De lo que pase en los próximos días y cómo gestione su victoria el ganador del proceso de primarias va a depender si produce un incremento o a una reducción del faccionalismo interno en el PSC. El proceso habrá sido provechoso si el partido demuestra que es capaz promover competencia interna sin provocar división. Si las primarias unen habrán sido un éxito, pero si el PSC sale de ellas más dividido habrán sido un rotundo fracaso. Tras haber dado voz a los barceloneses, ahora corresponde a los candidatos y al partido decidir si quieren hacer que el proceso de primarias sea un éxito o un fracaso.