¡La 'finezza' italiana!

OLGA GRAU

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Los italianos han demostrado ser unos maestros en el arte de la finezza. Solo así se entiende el elegante disimulo con el que han ocultado el deterioro de sus bancos ante los ojos de Bruselas. En los últimos ocho años de crisis, la eurozona ha rescatado a Grecia (tres veces), Portugal, Irlanda y a los sistemas financieros de España y Chipre con préstamos millonarios. La contrapartida ha sido el azote de la troika a los ciudadanos con sus draconianas recetas de austeridad.

Mientras tanto, la tercera economía de la zona euro medraba con una deuda que supera el 130% del PIB y una banca pilotada por Unicredit, Intesa, Monte Paschi, Banco Popolare y UBI, que acumula 200.000 millones de euros en créditos dudosos.

Los dirigentes italianos, como indolentes personajes de la cinta la Grande Bellezza de Paolo Sorrentino, han logrado en un permanente juego de máscaras mantenerse a flote sin perder la eleganza. Ni siquiera la perdió del todo Silvio Berlusconi en aquel G-20 de Cannes del 2011 en el que entre Angela MerkelNicolas Sarkozy y Barack Obama le obligaron a aceptar una misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) para enderezar las finanzas públicas.

Tampoco ha perdido la compostura Matteo Renzi con la creación del banco malo. El primer ministro italiano ha aprovechado los pasillos del Foro Económico de Davos para cerrar los últimos flecos de este instrumento para salvar a la banca italiana por la puerta de atrás. Los detalles aún no han trascendido, pero el mecanismo pactado contempla garantías estatales y estará supervisado por la Comisión Europea. Los bancos italianos llevan semanas cayendo a plomo en bolsa, el Banco Central Europeo (BCE) ha solicitado informes sobre los créditos de riesgo a algunas entidades italianas y Fitch ha alertado sobre los créditos morosos. Si en vez de la banca italiana, fuera la española, habría habido algún episodio de pánico. Pero España no tiene esa finezza... ¡Bravo!