Linklater: institutos, universidades y educación musical

'Boyhood (Momentos de una vida)' (2014) se extiende a lo largo de la niñez y juventud de su protagonista hasta que llega el momento de entrar en la universidad. 'Movida del 76' (1993) explica todo lo que les pasa a una serie de personajes durante el último día del instituto, el 28 de mayo de 1976, en el Lee High School de Austin (Texas). El director de ambos filmes, Richard Linklater, nació el 30 de julio de 1960 en otra ciudad tejana, Houston, y estudió en el instituto cercano de Hunstville, así que no es difícil reconocerle en los rasgos de algunos personajes de Movida del 76.

Linklater mira hacia atrás sin ira ni mucho menos nostalgia. En las antípodas de la melancolía generacional de 'American Graffiti' (1973), el hito de George Lucas, Linklater pasa revista a los episodios más significativos de aquellos tiempos creando una nueva forma de película juvenil o escolar. 'Todos queremos algo' (2016) incide en la misma línea y prolonga, 23 años después de 'Movida del 76', lo expuesto en esta película fogosa sobre novatadas, fiestas, ligues, testosterona y mucho rock.

La acción acontece ahora en septiembre de 1980, en los días anteriores al comienzo de la universidad. El argumento es simple: los protagonistas, miembros del equipo de béisbol universitario, entrenan y ligan. Y así se van sucediendo otros "momentos de una vida" en un filme que es la continuación emocional de 'Movida del 76'. Linklater se matriculó en la Sam Houston State University y también jugó al béisbol, pero la abandonó en 1982 para ir a trabajar a una plataforma petrolífera en el Golfo de México. Dos años después volvió a la universidad, pero ahora para estudiar cine. Nos debe un filme sobre esos años.

MÚSICA PARA EL CAMBIO DE DÉCADA

Sobre 'Todos queremos algo' el director se limita a decir que "es bastante autobiográfica", y apunta: "Fue un momento cultural interesante. Todavía era el final de los años 70. Lo que conocemos como los años 80 no empieza realmente hasta 1982 o 1983". Y la música de ese cambio de décadas juega un papel esencial. Cada canción que utiliza tiene sentido. Los personajes las escuchan (en casa, un bar, el coche o la discoteca) pero también hablan y filosofan sobre ellas. En 'Todos queremos algo' le toca a Mahogany Rush, una banda canadiense de rock progresivo de los 70 cuyas capas de sonido son diseccionadas por el alumno más veterano, un treintañero que quiere experimentar eternamente la vida universitaria.

BLONDIE Y SUGARHILL GANG

Los protagonistas de la película van una noche a una discoteca; la siguiente, a un local de country, y la tercera, a un concierto de punk. 'Heart of glass' de Blondie y 'Rapper’s delight' de The Sugarhill Gang suenan incombustibles: el sello musical distintivo del cambio de década. También sonaban significativamente en 'Movida del 76' temas de Aerosmith, Alice Cooper, Deep Purple, Nazareth, Kiss, Black Sabbath o Lynyrd Skynyrd: el rock duro de toda una época. Otros tiempos musicales para 'Boyhood': Cat Power, Flaming Lips, Coldplay, Wilco, Arcade Fire y Yo La Tengo.

Desde que colaborara con el cantautor Daniel Johnston en sus primer trabajo independiente, 'Woodshock' (1985), crónica de la quinta edición del Woodshock Music Festival de Austin, el rock ha estado bien presente en la reconstrucción afectiva de la época juvenil en que se ha convertido una parte importante del cine de Linklater. La epifanía absoluta sería 'Escuela de rock' (2003), ya que habla de un guitarrista (Jack Black) reconvertido en profesor de quinto grado de una escuela privada. Además de estos filmes, Linklater ha pulsado el estado de ánimo juvenil, fuera y dentro de las aulas, en títulos como 'Una pandilla de pelotas' (2005), sobre un equipo amateur de béisbol, y 'Suburbia' (1996), donde se nos cuenta el regreso a su ciudad natal de una estrella del rock, con banda sonora de Sonic Youth.