Paula Rojo: «No soy un producto»

P aula Rojo tiene 25 años. A esa edad, algunos estudian, otros trabajan y muchos están en un limbo entre las dos opciones. Pero lo suyo es otra historia. A los 25, esta mierense ha participado en la primera edición de La Voz, lo que le permitió firmar con la discográfica Universal aunque no ganó el concurso, y ha publicado dos discos. El primero -Érase un sueño (2013)- consiguió el Disco de Oro al vender más de 20.000 ejemplares. El segundo se llama Creer para ver. Fue publicado en junio y se coló en el número seis de la lista de ventas. Ahora gira por la península. Este miércoles actúa en la Rambla Nova de Tarragona y el 4 de octubre pisará la sala Barts de Barcelona.

A Paula Rojo todo le va sobre ruedas. «La verdad es que no me puedo quejar. He trabajado mucho y, de momento, es un placer y un lujo decir que una vive de la música. Estoy muy contenta, han sido tres años un poco surrealistas», explica. Es consciente de que la televisión impulsó su carrera, pero advierte que detrás de eso había «algo»: «He conseguido lo que he conseguido gracias a La Voz, es indudable, pero también gracias a mucho trabajo mío y de la gente que trabaja conmigo. La tele fue un escaparate, un impulso. Me permitió llegar a más gente, pero ya llevaba tiempo trabajando en esto. No soy un producto televisivo».

En Creer para ver, Paula Rojo se olvida de su filiación al country: «Me apetecía hacer algo más actual. Me encanta el pop comercial que se hace hoy, así que me he dejado llevar por esos sonidos a la hora de componer. Estas canciones son el resultado». A pesar de trabajar con un gigante de la industria musical, asegura que nadie le marca el camino que debe seguir su música: «Yo siempre he hecho lo que he querido. Siempre me han aconsejado las personas por las que yo me quería dejar aconsejar. En ningún momento he dejado de ser yo misma».

Cuando se le pregunta por su motivación para componer, es clara: «Me guío por cosas muy personales. Cosas muy abstractas. Mi música podría encajar en cualquier tipo de sociedad, país y gobierno. Me dejo llevar más por el corazón que por las ideologías». Y, entre botas de cowboy y purpurina, no olvida la música de su tierra: «Siempre hay un sitio en mi corazón para el folclore asturiano. Lo que más me gusta es el country americano, pero la música asturiana siempre está ahí».

Fenómeno en las redes

40.000 seguidores en Instagram, 130.000 en Twitter y más de 150.000 en Facebook. Está claro: Paula Rojo es todo un fenómeno de masas. Masas, además, muy entregadas: fue suficiente que dijera en una entrevista que buscaba un autoarpa para que un grupo de seguidores le regalara uno por su 24 cumpleaños.

Pero el éxito tiene sombras: «Lo que más me fastidia de estar viajando todo el tiempo es que veo menos a mi familia y a mis amigos de lo que me gustaría. Siempre me las ingenio para viajar y verles, por lo menos, una vez al mes. Tampoco puedo planear nada con antelación, porque no sé qué día me saldrá un concierto. No puedo coger unos vuelos para hacer algo con mis amigas o con mi pareja. Cuando lo hago, es muy improvisado. Pero bueno, todo eso es un detalle, una tontería. En realidad no tengo ninguna pega».

Paula Rojo vuelve a sonar alegre cuando se le pregunta por el futuro: «Me gustaría que mi carrera musical fuera continua. Ni más ni menos que eso. Me gustaría seguir dedicándome a esto dentro de 10, 20 y 30 años. De la forma en que sea, pero dedicarme a la música. Seguir luchando y trabajando en esto. Aunque, en el mundo de la música, luchar y trabajar viene a ser lo mismo»