Alex Brendemühl: "En España a veces me siento incomprendido"

Alex Brendemühl coprotagoniza junto a Marion Cotillard la nueva película de Nicole Garcia, 'Mal de Pierres', un intenso drama romántico que hoy ha presentado su candidatura a la Palma de Oro en el Festival de Cannes.

-La película se ambienta en los años 50, ¿qué relevancia tiene para el público actual? Plantea un conflicto entre el amor loco y el amor racional, y eso es muy relevante. Mi personaje, José, está casado con Gabrielle (Marion Cotillard). Él le habla a ella de cosas prosaicas como la hipoteca, y ella solo piensa en cosas elevadas como la música y la literatura. ¿Cómo van a entenderse? Vivimos un momento en el que la gente vive vidas muy controladas y rutinarias, en las que no hay espacio para la locura y el desenfreno. Tanto es así que creo que una mujer como la que aquí encarna Marion, una heroína romántica que bien podría estar sacada de una obra de Ibsen, sigue sin ser aceptada.

-Su personaje se ha construido para sí una ilusión de felicidad. No le debió de resultar difícil conectar con él: eso, construirse fachadas, es lo que hacen los actores. Es cierto. Los actores nos pasamos la vida tratando de olvidarnos de nuestra identidad real y nuestros sentimientos, y nos volcamos en cuerpo y alma en encarnar identidades y sentimientos ajenos. Eso de algún modo nos permite olvidarnos de nuestras propias miserias e imaginar versiones mejoradas de nosotros mismos. A mí me gustaría ser como José, mi personaje en 'Mal de Pierres': un tipo tenaz, sólido como una roca y lleno de dignidad.

-Rueda muy a menudo en el extranjero. ¿Responde eso a un plan profesional o es fruto de la casualidad? Muchas veces me siento un inadaptado, o un incomprendido. En España algunos me siguen llamando "el gran actor menos conocido del cine español!. Yo he rodado 60 películas, si a estas alturas aún no me conocen, ya no es problema mío. Yo intento hacer personajes que me gustan, y a veces en el extranjero los tengo más a mano.

-¿Esa incomprensión y esa falta de reconocimiento en casa duelen? Un poco. No deja de ser irónico que, después de pasar tanto tiempo en España haciendo mucho cine y mucho teatro, finalmente las mejores oportunidades a veces surjan en Francia, Alemania o Argentina. Pero, ojo, no tengo derecho a quejarme. Me siento un privilegiado.