Galería de tatuajes en el 'paddock' del Mundial de motociclismo

Los hay que los lucen como si lucieran un reloj caro. Los hay que los esconden y no los muestran jamás. Los hay que se los han hecho en lugares que no los puede ver nadie. Los hay que, en cuanto llegan a un gran premio con calor, no les toca más remedio que lucirlos, pues con las bermudas y las camisas o camisetas de manga corta no tienen más remedio que mostrarlos.

Los hay que son auténticos cuadros. No digo obras de arte, pero sí dibujos hechos con enorme delicadeza y, sobre todo, por auténticos profesionales, que han de invertir horas, días y semanas en dibujarlos y colorearlos. Los hay, bastantes, que son auténticos rezos al altísimo o a un montón de santos y vírgenes para que les ayuden a ellos (es el caso de muchos pilotos) o para que ayuden a sus pilotos (el caso de los mecánicos).

Los hay, claro, que llevan inscritos nombres claves, nombres de mujeres e hijos, nombres de campeones e, incluso, dibujos o marcas distintivas de esos mitos de las dos ruedas. Los hay a los que no les importa decirte que alguno de esos tatuajes lo borrarían con gusto, dada la decepción que, al final, se ha llevado del protagonista, pero se lo dejan porque les gusta.

Profesionales y caseros

Los hay que llevan los nombres de sus hijos. Pocos los de sus novias o esposas. Los hay que se los han inventado ellos mismos (y así les ha quedado). Los hay que han ido a artistas de la especialidad o, simplemente, al tatuador que les ha recomendado el colega. Los hay que llevan uno o dos. Y los hay que llevan un montón y hasta tienen todo el cuerpo tatuado.

El 'paddock' del Mundial de motociclismo es un museo del tatuaje. Bueno, en realidad, los tatuajes se han puesto muy de moda. También los vestuarios de muchos equipos de fútbol se han convertido en una vitrina de dedicatorias, amoríos, recuerdos y llamadas, sino a la suerte, sí a la no mala suerte.

Aquí les dejo unos cuantos ejemplos de lo que uno puede ver (o no) en el Mundial. Aquí les dejo un montón de esos dibujos artísticos todos, todos, mostrados y fotografiados con el permiso de los dueños si no contaba a quién pertenecía. Yo, como lo que quería era que ustedes disfrutasen con esta galería, accedí a hacer la foto sin pedir nombre. Me acuerdo de alguno.. Sí, por ejemplo, mira, lo diré, de esas dos graciosas golondrinas que Melissa Jiménez, reportera de Tele-5, luce en el antebrazo derecho.