El invierno sin frío altera los hábitos de invernada de las aves acuáticas

Ha provocado una reducción de las que llegan del norte y un aumento de las especies de otros lugares del Mediterráneo

Un pato en el delta del Ebro.

Un pato en el delta del Ebro. / periodico

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El invierno inusualmente suaveinvierno suave que vive Catalunya está alterando los hábitos de invernada de aves acuáticas y marinas y han provocado una reducción de las aves que llegan del norte, una reducción del 30% de gaviotas norteñas, y un aumento de las especies de otros lugares del Mediterráneo.

Según ha informado el Departament de Territori i Sostenibilitat, en la costa catalana se ha instalado toda la población mundial de una especie marina amenazada de extinción, la pardela balear ('Puffinus mauretanicus').

Normalmente, en un invierno frío Catalunya acoge grandes cantidades de especies acuáticas y marinas procedentes de Europa central y septentrional, así como algunas del Mediterráneo Oriental.

HÁBITOS MODIFICADOS

Sin embargo, cada vez más algunas especies modifican sus hábitos y se detectan menos especies raras o escasas, de distribución muy septentrional, que no llegan a bajar a la latitud catalana debido a la benignidad del invierno y su clima.

Para estudiar el efecto de las temperaturas en los pájaros, y ponderar también el efecto que tiene la gestión local de cada especie, el departamento lleva a cabo el censo invernal. Aunque todavía no dispone de todos los datos, las evidencias observadas permiten hacer un primer análisis que constata que hay menos gaviotas del norte, pero más del este del Mediterráneo.

Una de las aves asociadas con la costa es la gaviota patiamarilla ('Larus michahellis'), una especie no protegida, que anidan abundantemente en la Costa Brava, en el delta del Ebro y también en zonas interiores de Catalunya.

En el 2016 la población invernal se ha reducido en algunos lugares hasta un 30% con respecto al 2015, hecho que los técnicos atribuyen a menos inmigración de ejemplares foráneos.

Este año han censado 6.491 gaviotas patiamarillas en las Illes Medes (9.428 en 2015); 1.874 en el puerto de Barcelona (3.093 en 2015), y 1.186 en el Cabo de Creus (1.498 en 2015).

GAVIOTAS

La gaviota vulgar (Chroicocephalus ridibundus), que tampoco es una especie protegida, y procede del norte y centro de Europa, muestra resultados variables según las zonas.

El número de ejemplares ha descendido un 15% en el puerto de Tarragona (2.095 por 2.460 en 2015), pero se ha incrementado un 25% en las comarcas de Lleida (2.605 por 2.080 en el 2015). En el puerto de Barcelona, su presencia ha aumentado un 50% (5.384 por 3.611 en el 2015).

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A diferencia de otros años, el número de aves marinas procedentes de otros lugares del Mediterráneo ha sido muy alto.

La gaviota cabecinegra ('Larus melanocephalus'), protegida, presenta concentraciones de cientos de ejemplares en casi todos los puertos de las comarcas de Barcelona, llegando hasta los 20.000 ejemplares la Ampolla (Tarragona) o los más de 15.000 en Cambrils (Tarragona).

Estas gaviotas de las costas de Tarragona han coincidido en el tiempo con lo que parece ser casi toda la población mundial de pardela balear (Puffinus mauretanicus), que se ha visto en todo el litoral catalán en enero de 2016, desde el Cabo de Creus al Ebro.

CONCENTRACIONES DE EJEMPLARES

Justamente en el entorno del delta del Ebro, y hasta el Baix Camp, se han producido concentraciones no vistas desde los años 90 de hasta 4.400 ejemplares juntos, alimentándose de pescado azul a poca distancia de la costa.

En cuanto a los patos, en las comarcas de Lleida han aumentado un 10% respecto de 2015. El número de patos observados en el delta del Llobregat también se ha incrementado en un 6%, sumando un total de 1.677 ejemplares.

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En las comarcas de Girona, los fenómenos locales podrían explicar el incremento de patos en el Parque Natural del Montgrí, Medes y Baix Ter. Los más de 4.500 ánades reales detectados marcan un récord absoluto desde que se hacen censos invernantes.

Este dato se debe a desplazamientos de poblaciones desde el Parque Natural de los Aiguamolls del Empordà, que ha pasado de los 6.813 ejemplares de ánade real censados en 2015 a 3.343 en 2016.

El total de patos observado en los humedales ha pasado de 10.611 en 2015 a 6.612 en enero de este año. Falta todavía para completar los datos sobre los patos censados en el delta del Ebro, que acoge el 75% de las poblaciones de aves acuáticas de Catalunya.